Millenium y Claire Foy, una vuelta descafeinada

Madrid

Empezamos por Millennium: lo que no te mata te hace más fuerte, es la segunda parte de la saga creada por el escritor sueco Stieg Larsson. Después del despido de Fincher, ahora es el uruguayo Fede Álvarez quien se encarga de esta entrega, que protagoniza Claire Foy, la reina de The Crown. Interpreta a la hacker punk Lisbeth Salander, que se reencuentra con el periodista sueco en medio de una red de espías y ciberdelincuentes.

Seguimos con Tu hijo, un thriller español que dirige Miguel Ángel Vivas  (Secuestrados; Extinction). El protagonista es José Coronado, interpreta a un cirujano reputado, padre modélico de familia en una Sevilla muy oscura, cuya vida da un vuelco cuando su hijo se queda en coma después de una paliza en una discoteca. Completan el reparto Ana Wagener, Pol Monen y Esther Expósito.

Seguimos con otro thtiller, también violento, con Dogman, del italiano Matteo Garrone, el director de Gomorra. Es una vuelta a esa Italia del sur, abandonada y controlada por la mafia. La cinta está basada en un suceso real, un cuidador de perros sometido al acoso del matón del barrio que decide vengarse de una manera violenta. El protagonista es Marcello Ponte, que ganó el premio a mejor actor en el pasado festival de Cannes.

Seguimos con cine italiano, se estrena otra película también con premio en el palmarés de Cannes, es Lazzaro Felice, de Alice Rotwager, que ganó mejor guion. Es un homenaje al neorrealismo italiano y al cine más onírico de Fellini, con un alegato de denuncia contra la explotación laboral. La marquesa es la actriz Nicoletta Braschi, la protagonista de La vida es bella. El protagonista es el joven Adriano Tardiolo y uno de los actores del reparto es el catalán Segi López.

Y en series hablamos de Arde Madrid, la esperada serie de Paco León y Anna R. Costa para Movistar+, donde ya están disponibles los ocho capítulos de media hora. Es una comedia en blanco y negro que nos lleva a los primeros años de los 60, a un Madrid donde Ava Gardner se lo bebía todo y el franquismo mostraba los primeros signos de aperturismo.