Contigo dentroContigo dentro
Ocio y cultura

Sexo del bueno, sexo deseado

El deseo no aparece por ciencia infusa, así que déjense de imaginar a la mujer perfecta y pónganse a crear el amante irresistible

Getty Images

Madrid

Lo de que el sexo sea el eje central de mi vida implica que casi todos me presuponen. La mayoría me imagina. La radio tiene esto: que me escuchan y la mayoría a solas, pero no me ven. Estar todo el santo día con el sexo de por medio, también hace que más de uno me presuponga muy puesta en los temas y toda una especialista en la parte menos teórica y más práctica.

Me impresiona cuando dan por hecho que lo he hecho todo y todo bien. O lo que me abruma aún más, cuando me dicen que ojalá estar con una como yo. Como yo. Años sacándole la gracia a la homonimia de marras, para terminar hablando de sexo y que creyeran que soy poco más o menos que el genio de la lamparita.

Aunque no lo crean soy tan aséptica, borde, fría y calculadora que cualquiera de las otras mujeres que menos les gustan. Esas que se niegan a tener sexo después de diez días de pelea continua. Esas mismas que se hartaron de que cuando ¡por fin! cuadramos tengamos que empezar por donde siempre y exijan otro guion. Esas mujeres que no les consienten que las hables así. Y mucho menos en público por más que estéis en tu pueblo y todos estos sean los que acostumbran a tomar vinos en vuestro jardín.

Agradecería que contemplaran que, lo primero, soy mujer. Y lo segundo chica lista. Estar todo el día interesada por el sexo, aprendiendo cada vez más, hace que se valore aún más la calidad de lo que pueda suponer tener el más mínimo roce conmigo. Me he empeñado que todas aquellas que me escuchen, al menos se planteen que son ellas las que deben elegir su propia vida. Y, a veces, no compensa que lo único bueno sea un sexo, que, discúlpenme para ser de verdad tan bueno solo puede ser sexo absolutamente deseado.

El deseo no aparece por ciencia infusa. Ni siquiera cuando se tiene un rabo divino o unas tetas de escándalo. Así que déjense de imaginar a la mujer perfecta y pónganse a crear el amante irresistible. Ese que no exhibe tanto pero que hace mucho más. Menos pavos reales y más jilgueros que canten bonito.

Escucha el programa completo:

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00