Lectura fácil

Madrid

A todos los escritores les preguntan por política: se les presupone un poder impactante. Y cuando leí las declaraciones de Eduardo Mendoza, que dijo: "En España no nos fiamos de los políticos y por eso salimos a la calle", pensé en Cristina Morales. Se les puede preguntar por política, se les puede titular las piezas por política, y lo que digan puede afectar negativamente a su libro; una promoción un poco rara, aunque en ocasiones lo negativo se vuelva a favor porque chica, que Rivera te pida devolver el dinero dan ganas da darle más. Dicho esto. El premio a Cristina Morales y la reacción política en contra de Ciudadanos y del Gobierno prueba en primer lugar que un premio nacional a un libro como el suyo y a una escritora como ella es lo que tiene que ser un reconocimiento público, de todos, no la propaganda o el pesebrismo de un escritor afín.

Y en segundo lugar, la reacción en contra de tantos ofendidos por sus declaraciones y el intento de degradarla a través de sus declaraciones o de su obra de ficción, es el círculo que se cierra; un premio también se gana a posteriori. Un premio lo es por algo que tú hayas escrito pero también debe serlo por lo que provoca en los demás. Y ese histerismo es la mejor prueba de que el premio no sólo está bien dado sino que da la razón al libro. Y me voy con una cita a mi querido Jorge Dioni: “Hay que abrir una línea de investigación sobre cómo afecta a la próstata la combinación mujer + joven + premio”.