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Un psiquiatra, acusado de abusar de sus pacientes para darles "energía positiva"

El Instituto Catalán de la Salud deberáresponder como responsable civil subsidiario

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) acusa a un psiquiatra de un Centro de Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS) de abusar sexualmente de cuatro pacientes con la excusa de que debía tocarlas para transmitirles "energía positiva" y como parte del tratamiento.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Granollers (Barcelona) ha abierto juicio oral contra el acusado, J.S.S.Z., que trabajaba como mèdico neuropsiquiatra en el Centro de Atención Primaria de Granolles (Barcelona) por cuatro delitos de abuso sexual continuado, por los que la Fiscalía solicita un total de 10 años de prisión.

Además, el ministerio público solicita indemnizaciones que oscilan entre los 6.000 y 11.000 euros, de los que deberá responder como responsable civil subsidario el Instituto Catalán de la Salud (ICS), organismo dependiente de la Generalitat.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, el psiquiatra "aprovechó su posición de prevalencia como facultativo" ante pacientes aquejadas de enfermedad para "con ánimo libidinoso" realizar "actuaciones que lesionaban la libertad sexual de las pacientes".

Según la acusación pública, el facultativo abusó de las mujeres en diversas visitas entre noviembre de 1997 y finales de 2000 e incluso llegó a desviar a las pacientes a su consulta privada, tambièn en Granollers, y que cerraba con llave cuando las atendía.

Así, el fiscal relata como el acusado aprovechó para realizar tocamientos y besar a las cuatro pacientes que acudieron a su consulta en diversas ocasiones. El ministerio público tambièn

solicita que el acusado no se acerque a las víctimas durante cinco años -el mayor tiempo previsto para esta medida- y que sea inhabilitado para el ejercicio de la profesión mèdica durante el tiempo de la condena.

UNA POR UNA

A la primera de las pacientes, el psiquiatra le besó desde le cuello y hasta el brazo mientras la abrazaba en su primera visita en diciembre de 1998. En la segunda ocasión que la mujer acudió al facultativo, èste le "cogió la mano refiriendo que era una lástima no tener más tiempo para darle calor", según el fiscal, que añade que el acusado la obligó a darle un beso cuando se iba.

En el seguno de los casos, la mujer empezó a visitarse en noviembre de 1997 y acudió en diez ocasiones. En las primeras visitas, señala el escrito de acusación, el acusado le preguntaba por

"cuestiones de intimidad sexual de la paciente", pero a partir de la cuarta visita, el psiquiatra empezó a tocar a la paciente y llegó a proponerle verse fuera del centro mèdico porque "èl sabía lo que quería".

La tercera mujer que ha denunciado al acusado sólo acudió en una ocasión al centro en noviembre de 1998 y ya no volvió más, despuès de que el psiquiatra le besara en la mejilla sin su consentimiento y "pese a la oposición de la paciente que le empujaba para que se apartara", señala el fiscal.

EL MAS GRAVE

El caso de mayor gravedad, según la acusación pública, es el de una mujer que acudió en seis ocasiones a la consulta que tenía el acusado en el Centro de Atención Primaria y en dos ocasiones a su consulta particular desde noviembre de 2000.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, durante las visitas en el centro público, el facultativo cogía de las manos a la mujer, la abrazaba fuertemente y le daba besos en el cuello y en la espalda.

Además, en los dos visitas en el centro privado -sostiene la acusación-, el psiquiatra "le hacía tumbarse en una camilla desnuda de cintura para arriba mientras que èl tambièn se quedaba desnudo de la cintura para arriba y se tumbaba a la espalda de la paciente tocando los cuerpos, besándole la nuca y la espalda, mientras le decía que la quería".

La abogada de la acusación particular, que representa a la última de las víctimas, solicita tres años de cárcel para el acusado por abusar de su clienta, que según su escrito de acusación, sufrió un bloqueo emocional "no sabiendo reaccionar". Sin embargo, finalmente, la mujer pudo explicar lo ocurrido a su hermana, quien le aconsejó que denunciara al acusado.

"ENERGIA POSITIVA".

Según el escrito de acusación de la letrada, el acusado "le decía que le transmitía energía positiva y que para ello debía tocarla", accediendo la mujer "en la creencia de que se trataba de una parte habitual del tratamiento". La mujer pide una indemnización de 12.000 euros por los daños morales causados.

Por su parte, el ministerio fiscal solicita diez años de cárcel para el acusado por cuatro delitos continuados de abuso sexual e indemnizaciones que suman 35.000 euros, de los que, en caso de condena, deberá responder como responsable civil subsidiario el Instituto Catalán de la Salud.

 
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