Liga de Campeones: Partizán,1-Oporto,1
El Partizán y el Oporto empataron hoy en un encuentro bastante desigual, ya que en el primer tiempo la superioridad de los portugueses fue evidente, pero las cosas cambiaron en la segunda parte en la que los serbios supieron reaccionar, organizaron el ataque y cerraron la defensa.
El Oporto entró en el campo ejerciendo su condición de favorito y aunque comenzó tranquilo, para adaptarse al mal estado del terreno de juego y al encendido ambiente del estadio, dominó durante los 45 minutos de la primera parte.
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El equipo de Mourinho, sin mostrar un juego brillante, intentó explorar los laterales, uno de los puntos fuertes del Partizán, que estuvo más a la espectativa que al ataque ya que la fuerte defensa del Oporto le obligó a jugar muy atrás y tuvo muchas dificultades para superar el medio campo.
El conjunto serbio no pudo desplegar su ofensiva, al contrario del Oporto, pero su defensa no fue todo lo cerrada que debía y el 4-4-2 de Mourinho no tuvo muchas dificultades para superar el 3-5-2 de Lothar Matthaeus.
En el minuto 22, cuando parecía que el Partizán dominaba, el Oporto se adelantó en el marcador con un gol de Costinha, uno de los protagonistas del partido, que dentro del área y rodeado de jugadores, colocó en el fondo de la red el balón que lanzó Deco desde el córner, y que intentó desviar el portero Radakovic sin éxito.
A partir de ahí, el Partizán que había jugado a la expectativa cambió de actitud y empezó a organizar el ataque, aunque su primer tiro a puerta no llego hasta los 40 minutos.
En el minuto 38 una dura entrada de Nadj sobre Costinha le costó la amarilla al serbio y el centrocampista portugués tuvo que ser atendido por el equipo médico y le costó recuperarse.
En los últimos 10 minutos el Partizán pareció despertar, pero de nuevo la oportunidad fue para el Oporto que pudo volver a adelantarse en el marcador a falta de 2 minutos para el final del primer tiempo en una falta lanzada por el portugués de origen brasileño Deco que su compatriota Derlei falló por centímetros.
En el segundo tiempo el técnico alemán cambió de táctica y salió con un 3-4-3 que impartió más velocidad al equipo que se transformó con la entrada del ex jugador del Oporto Drulovic.
La evidencia de esa transformación llegó a los 54 minutos, Drulovic lanzó un libre directo que dio en la barrera. Delibasic recogió el rechace y remató a gol, despistando totalmente al portero Baia.
El empate en el marcador fue la locura en la grada y la motivación que le hacía falta al equipo serbio que comenzó a mostrar su peligroso ataque e inició un cerrada defensa en la zona y cuerpo a cuerpo.
El Oporto notó la falta de las "genialidades" de Deco, todavía fuera de forma, que siempre surgen en los momentos más bajos del partido.
Tras unos 10 minutos de desconcierto de los portugueses después del gol del Partizán, el equipo luso volvió a recomponerse y a jugar de forma organizada, aunque el campeón serbio ya estaba dentro del juego, por lo que el partido se volvió más abierto.
En el minuto 65 Nadj cometió una falta sobre Deco que pudo adelantar a su equipo en el marcador al lanzar el libre directo a pocos metros del punto de penalti, pero una gran actuación de Radakovic evitó el 2 a 1 para el Oporto.
Mourinho decidió refrescar el ataque y a los 69 minutos cambió a McCarthy, recién recuperado de una lesión, por el lituano Jankauskas que está en plena forma física e impartió más ritmo al ataque portista.
A partir de ahí, aunque el Partizán controló más el balón, las oportunidades fueron para los dos equipos, aunque ninguno creó ocasiones de verdadero peligro porque no arriesgaron.
En los últimos minutos el Oporto, que cambió a Deco por Ricardo Fernandes, atacó buscando el gol de la victoria pero sin éxito ya que el Partizán que estaba en el campo no tenía nada que ver con el de los primeros 45 minutos y la defensa y el centro del campo serbio era difícil de atravesar.
