Sociedad
11-M

Una falsa pista sobre el explosivo desvió la investigación de la Guardia Civil hacia ETA

Fue transmitida "por un teléfono oficial", a través de una fuente sin precisar

Madrid

La Unidad Central Especial de la Guardia Civil especializada en terrorismo internacional (UCE-2) relegó la hipótesis de la autoría islamista de los atentados del 11-M, que también manejó en las primeras horas, cuando a las dos de la tarde de ese día se le informó de que el explosivo utilizado era Titadyne.

Así lo expuso hoy ante la comisión que investiga los atentados el jefe de la UCE-2, Faustino Alvarez Sola, quien indicó que él recibió esa información de un miembro de la UCE-1 (especializada en terrorismo etarra), a quien se la transmitió, "por un teléfono oficial", una fuente que el compareciente no pudo precisar pese a la insistencia de los diputados.

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Álvarez Sola manifestó que en los primeros momentos tras las explosiones se barajaron "argumentos" discrepantes sobre la autoría de los atentados, pero que la línea etarra se impuso al pensar que se había usado el explosivo que esta banda ha utilizado en los últimos años.

Asimismo, dijo que él no tuvo conocimiento de que la marca de la dinamita era Goma 2 Eco hasta la mañana del 13 de marzo, pese a que en la madrugada del día 12 la Policía ya comprobó que se trataba de ese tipo de explosivo.

También fue en la mañana del sábado 13 cuando se alcanzó la "percepción objetiva" de que el atentado era obra de terroristas islámicos, una vez que le llegaron informes de que el Cuerpo

Nacional de Policía -encargado de la investigación- optaba por esa línea de investigación.

Antes, manifestó, se había tenido en cuenta la aparición de la cinta de casete con versos coránicos y el comunicado de reivindicación remitido por un grupo vinculado a Al Qaeda al diario árabe "Al-Quds-al Arabi", que se edita en Londres, pese a que esta nota se le dio poca credibilidad.

Fernández Sola dejó claro al comienzo de la comparecencia que la Guardia Civil no manejaba "ningún dato concreto ni ningún dato objetivo" que permitiese pensar que Al Qaeda iba a cometer ese atentado en Madrid.

Según su testimonio, el nivel de amenaza de atentados en España no existía antes de 2001, a partir del 11 de septiembre comenzaron las sospechas, que se intensificaron después del atentado de Casablanca del 16 de mayo de 2003.

El teniente coronel explicó que la retirada de las tropas españolas de Irak no supone la disminución de la amenaza, porque, como recordó, España sigue siendo socio de Estados Unidos y los islamistas atacan "a judíos y cruzados".

Sin embargo, al ser interpelado sobre la posibilidad de que el incremento del número de militares españoles en Afganistán pueda conllevar un aumento del riesgo de atentados en España, respondió que, en su opinión, no es así.

Además, en respuesta a las preguntas del diputado del PP Manuel Atencia y del parlamentario del PNV Emilio Olabarría, Fernández Sola aeguró no tener conocimiento de posibles contactos entre miembros de ETA y de Al Qaeda.

Del mismo modo, contestó con un escueto "no" al planteársele si consideraba verosímil que tres miembros de la Guardia Civil hayan presionado en la cárcel al confidente detenido Rafá Zouhier para que no revele datos en la comisión, noticia que publicó ayer el diario El Mundo.

 
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