Defensa pidió expresamente a la OTAN que el vuelo en el que murieron 62 militares se hiciera en un avión Yakolev
Madrid
Según ha sabido la Cadena SER, el Ministerio de Defensa solicitó expresamente a la OTAN que el vuelo en el que murieron 62 militares españoles, se hiciese en un avión "Yakolev" en contra de la versión oficial de Defensa que se basa en la auditoria encargada por Federico Trillo en diciembre de 2003. Inicialmente dicho vuelo iba a realizarse en un avión Tupolev-154 de categoría superior al Yak-42.
Así queda reflejado en una comunicación remitida por Defensa a Namsa, agencia de la OTAN que gestionó la contratación del trágico vuelo. Esta misiva fechada el 28 de abril de 2003, menos de un mes antes del accidente, está firmada por un Comandante del Estado Mayor y se dirige al departamento de contratación de Namsa.
En la misma, se recoge el calendario de los vuelos para operaciones en Afganistán y Kuwait previsto por Defensa para el mes de mayo de 2003. En lo que respecta al vuelo que posteriormente acabaría en accidente, se dice textualmente lo siguiente: "Requerimos un Yak-42 para el 25 de mayo que haga la ruta Torrejón-Zaragoza-Kabul-Manas-Zaragoza-Torrejón. Por favor cambien el tipo de aeronave de un Tupolev-154 a un Yak-42."
Según ha confirmado a esta emisora un portavoz autorizado de la OTAN, Defensa solicitó en un primer momento un avión distinto para ese vuelo y las razones del cambio son desconocidas para esta agencia.
En la auditoria oficial, se relata el proceso de elección del avión de una manera muy distinta: "Namsa remitió a Defensa la propuesta de un avión Yakolev-42". Según el texto, el Estado Mayor Conjunto se limitó a aprobar, posteriormente, el precio y el programa de vuelo.
Según los expertos aeronáuticos consultados por la Cadena SER, el precio del vuelo siniestrado operado por la compañía ucraniana Um Air, estaba muy por debajo de los precios habituales en las compañías occidentales. En la oferta remitida por Namsa al Ministerio de Defensa pocas semanas antes del accidente, consta que el precio de este vuelo no alcanzaba los 150 mil euros.
Así lo ha manifestado a esta emisora, el decano del Colegio Español de Ingenieros Aeronáuticos, Fernando de la Malla: "evidentemente y comparado con lo que cobran las compañías europeas u occidentales en general, para este tipo de servicios, es un precio bajo". Además ha señalado las diferencias que existen entre un avión Yakolev y un Tupolev: "es más barato el Yakolev porque tiene una capacidad menor, una autonomía menor y unas necesidades y unos gastos de tripulación menores".
A esta afirmación se ha sumado el sindicato de pilotos, SEPLA, además de otros profesionales de la aviación civil y comercial consultados por esta emisora.
