Fidel Castro deja el Gobierno provisionalmente en manos de su hermano por motivos de salud

La Habana

Fidel Castro ha delegado, con carácter provisional, los cargos de primer secretario del Partido Comunista, presidente del Consejo de Estado y comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas en su hermano Raúl, segundo hombre del régimen y actual ministro de Defensa. Castro, según un comunicado leído la pasada madrugada en la televisión cubana, ha sufrido una "crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido" que le ha obligado a ser sometido a una complicada operación quirúrgica.

La crisis, de acuerdo con el comunicado que, al parecer, ha sido elaborado por el propio Castro y leído por su secretario personal, Carlos Valenciaga, le sobrevino por el "enorme esfuerzo" realizado durante su reciente visita a Argentina para participar en la Cumbre de Mercosur y su intervención en los actos del aniversario del asalto al cuartel Moncada, tras su vuelta a La Habana.

La operación, que el Gobierno cubano ha calificado de "complicada", obligará a Castro a permanecer "varias semanas de reposo alejado" de sus "responsabilidades y cargos", tal y como se recoge en la proclama publicada en la tarde de ayer (en Cuba) y firmada por el propio dictador.

Fidel Castro cumplirá el 13 de agosto 80 años y está al frente del Gobierno de Cuba desde 1959. Ésta es la primera vez en sus 47 años de dictadura que Castro tiene que delegar provisionalmente sus poderes.

Zapatero: "Que recupere la salud"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado su deseo de que Castro "recupere la salud" como se le desea "a todo ser humano" que se encuentra en su situación.

"Cualquier otra valoración política en estos momentos me parecería poco respetuosa con algo que está por encima, que es la propia salud de un ser humano", ha añadido Rodríguez Zapatero en su visita institucional al Cabildo de Lanzarote en su primer día de vacaciones.

Estados Unidos, a la espera

Mientras, el Gobierno de Estados Unidos, el poderoso vecino del Norte, espera a que se aclare la situación antes de movilizar al exilio para presionar por un cambio en la isla. Aunque el Departamento de Estado de EEUU ya ha elaborado un plan con sus probables movimientos para la era poscastrista, nadie se atreve a apostar por el hecho de que pueda verse tentado a forzar un cambio. En ese plan, recogido en un informe de varios cientos de páginas presentado el mes pasado, el Gobierno de George W. Bush ofrece incentivos económicos a un futuro gobierno de transición.