Se suicida el secuestrador de la niña austriaca aparecida ocho años después de su rapto
La policía registra el zulo en el que la joven estuvo retenida
Natascha Kampusch, de 18 años, fue encontrada ayer, ocho años después de su misteriosa desaparición. La joven ha contado que estuvo encerrada en un zulo desde entonces. El portavoz de la policía ha dicho que el supuesto secuestrador, un hombre de 44 años, se suicidó ayer, arrojándose a las vías de un tren de cercanías al norte de Viena.
"Soy Natascha Kampusch", declaró la joven a las autoridades. En marzo de 1998, con entonces 10 años de edad, se encontraba de camino a la escuela cuando desapareció sin dejar rastro. Una compañera de escuela y testigo de los hechos relató que la niña fue secuestrada por un desconocido que la introdujo en una furgoneta.
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La chica ha declarado a la policía que estuvo retenida en el sótano de la casa de su secuestrador. Tras el registro de la vivienda, los agentes han encontrado un zulo de 12 metros cuadrados, al que se accede por un hueco de 50 centímetros por 50, y que estaba protegido por un sofisticado sistema electrónico. En su interior se encontraron libros, una radio y una televisión, publican los medios locales.
Natascha no ha pasado todo este tiempo encerrada. En los últimos años podía salir acompañada, pero bajo fuertes amenazas que impidieron su huída. Pero ayer, según parece, la joven pudo librarse de su captor y esconderse en el jardín de una vivienda cercana a la casa donde estuvo secuestrada.
El presunto secuestrador, Wolfgang Priklopil, un técnico de electricidad de 44 años, se suicidó en la noche de ayer. El hombre se arrojó a las vías del tren, al paso de un convoy de cercanías, en una estación al norte de Viena.
La joven parece sufrir un fuerte síndrome de Estocolmo, que le hace identificarse con los intereses de su secuestrador y mostrar simpatía hacia él. La familia, que emitirá una declaración pública en los próximos días, ha manifestado que se encuentran "tremendamente aliviados".
Años de investigaciones
Durante años la policía austriaca trató de encontrar a la joven, inspeccionando incluso más de 700 camionetas en todo el país para encontrar pistas de la niña. Buceadores de la policía también la buscaron en numerosos lagos cercanos a Viena, detectives investigaron miles de pistas e incluso se llegó a emplear helicópteros con cámaras especiales para encontrar a la niña.
Debido a que la desaparición de Natascha se produjo dos años después de conocerse el escándalo Detroux en Bélgica, surgió el temor de que la joven podría haber sido víctima de una banda internacional de pederastas. En junio de 2003 la policía recibió nuevas informaciones sobre el caso y ordenó hacer excavaciones al borde de un lago cerca de Viena, pero sin encontrar nada.