Dos muertos en la T-4 de Barajas tras el atentado con furgoneta bomba de ETA

La furgoneta bomba que ETA hizo estallar en el aparcamiento de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas (Madrid) ha acabado con la vida de dos madrileños de nacionalidad ecuatoriana, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, asegura que el atentado interrumpe el 'alto el fuego permanente' decretado por la banda el pasado 22 de marzo de 2006.

Los dos jóvenes se encontraban en las instalaciones del aeropuerto de Barajas. El primero de ellos, un ecuatoriano de 19 años, se encontraba  dentro de su vehículo "echando una cabezada", según ha explicado en rueda de prensa el ministro de Interior. El segundo desaparecido, tambiém ecuatoriano, se encotraba en el lugar en el momento de la explosión, tal y como ha confirmado la Policía tras la denuncia presentada por sus familiares.

Rubalcaba: "ETA rompe el alto el fuego"

En la rueda de prensa que ha ofrecido el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que con esta acción violenta, ETA "rompe el alto el fuego permanente" decretado el pasado 22 de marzo de 2006. Además, no ha querido interpretar los motivos por los cuáles la organización terrorista no ha emitido un comunicado previo rompiendo el proceso, tal y como es habitual.

El ministro, que ha querido centrarse en el relato de los hechos y evitar en lo posible las valoraciones políticas, ha asegurado que ni él "ni nadie podía imaginar que se pudiera producir este atentado hoy porque las pautas y las reglas son las que son". No obstante, aunque no había indicios de que esto pudiera ocurrir, las fuerzas de seguridad no han bajado la guardia "ni un milímetro".