'El Egipcio' niega su implicación en el 11-M y condena los atentados

Madrid

El mayor atentado por terrorismo islamista de la historia de Europa ha llegado este jueves a los tribunales tres años después de la masacre. El primero de los 29 procesados en ser llamado a declarar, Rabei Osman, 'Mohamed El Egipcio', se ha proclamado inocente y se ha negado a declarar a las preguntas del tribunal pero por la tarde sí ha respondido a las preguntas de su abogado. El presunto autor intelectual del 11-M ha asegurado que no tiene ninguna relación con los atentados y los ha condenado.

Hoy, las 10.30 horas en el pabellón de la Audiencia Nacional del recinto ferial de la Casa de Campo de la capital, ha dado comienzo este juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en tres trenes de Madrid, en los que murieron 191 personas y 1.824 resultaron heridas, y por los hechos ocurridos en Leganés donde siete terroristas se suicidaron y mataron al policía nacional Francisco Javier Torronteras.

El presunto ideólogo de la masacre afirmó que nunca ha tenido "ninguna relación con estos acontecimientos en Madrid", ni ha inducido "a ninguna persona a cometerlos" y negó vinculación alguna con Al Qaeda o cualquier otra organización islamista. "Condeno estos atentados incondicional y completamente, esta es una convicción absoluta", dijo ante la Sala.

"Mohamed el Egipcio" dijo, además, que "gracias a Dios" es musulmán, y que practica su religión de forma "normal" y "no extrema". A la pregunta de si el Islam es una religión de paz, el acusado contestó afirmativamente, después de que el presidente de la Sala, Javier Gómez Bermúdez, señalara que podía contestar a la pregunta, aunque su respuesta era "obvia".

En el 'top-manta'

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Aseguró, además, que el principal motivo de su viaje a España en julio de 2001 fue que había oído que en este país era más sencillo obtener la regularización de la situación de inmigrantes. De hecho, El Egipcio aseguró que trabajó en el 'top-manta'.

El Sayed, quien también negó practicar su religión de forma "extrema", destacó que se ha sometido a pruebas de ADN en España y en Italia, donde fue detenido, y no se ha podido demostrar, a pesar de esta prueba, su presencia en alguno de los escenarios del 11-M.

Escucha de grabaciones

El tribunal acordó al cierre de la sesión de hoy conceder al abogado del acusado la posibilidad de escuchar junto a su defendido las grabaciones telefónicas practicadas en Italia en las que, según la acusación, Osman se jactó de conocer a los autores de la masacre de Madrid, y dijo haberla planeado.

Para ello suspendió la vista hasta mañana con objeto de conceder tiempo al letrado y su defendido para estudiar las cintas, por lo que es probable que la declaración de Rabei Osman no se reanude hasta el próximo lunes, señalaron fuentes jurídicas. El tribunal podría reanudar mañana sus sesiones con el interrogatorio de otro de los considerados autores intelectuales de los atentados, Youssef Belhadj.

Expectación periodística, menos víctimas

El inicio del juicio levantó gran expectación entre los medios de comunicación. Más de 300 profesionales se concentraron a primera hora de la mañana a las puertas del Pabellón de la Audiencia Nacional con objeto de cubrir la vista para medios de toda Europa, Estados Unidos y países árabes.

No obstante, las previsiones sobre afluencia de familiares y víctimas de los atentados no se cumplieron y la asistencia de público fue menor a lo esperado. Únicamente la asociación de Pilar Manjón completó el cupo de plazas asignadas -medio centenar-, mientras que otras acusaciones particulares, como la AVT, sólo llevaron a seis víctimas de los atentados al juicio. Fuentes jurídicas señalaron que la sala anexa prevista para las víctimas sólo había completado la mitad de su aforo.

Manjón: "Voy a ser su peor pesadilla"

El detalle visual de la mañana lo ha puesto precisamente Pilar Manjón, la presidenta de la asociación de víctimas 11-M. Ha sido la única persona del público que se ha quedado en pie, mirando fíjamente, mientras los acusados entraban en la sala blindada.

Manjón ha explicado luego a los periodistas que quería que los acusados la verían bien porque durante los próximos meses, ha dicho, "voy a ser su peor pesadilla".

Petición de penas de más de 38.656 años de prisión

Siete de las 29 personas que se sentarán en el banquillo de los acusados se enfrentan a peticiones de penas de más de 38.656 años de prisión, las mayores de la historia de España. Se les imputan delitos que van desde el tráfico de drogas hasta la autoría de 191 asesinatos terroristas y 1.824 atentados en grado de tentativa.

Los magistrados Javier Gómez Bermúdez, Fernando García Nicolás y Alfonso Guevara tendrán que aclarar quiénes perpetraron la masacre, y cómo y cuándo se diseñó la operación terrorista.

La vista se celebrará durante los próximos meses en la sala especial de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo (Madrid), que estará vigilada por 270 agentes de seguridad. Las sesiones serán seguidas por más de mil personas, entre ellas, 150 víctimas y 400 periodistas. Sin embargo, ningún responsable político ha solicitado un asiento para seguir en directo la celebración del juicio del mayor atentado de la historia de España.