Rajoy exige a su partido que "tenga como único objetivo ganar las elecciones"

Esfuerzo y sentido común. Son los dos elementos con los que Mariano Rajoy quiere ganar las próximas elecciones generales. El líder del Partido Popular ha sido designado esta mañana candidato de su partido a la presidencia del Gobierno en la reunión de la Junta Directiva. Después del verano de polémicas con su posible sucesión -si no gana-, Rajoy ha querido dar cierta importancia al acto para zanjar la cuestión. Lo único que no ha querido aclarar es quién será su 'número dos'.

Con una gran ovación ha recibido la Junta Directiva Nacional del PP la proclamación de Mariano Rajoy como candidato a la presidencia del Gobierno. El dirigente gallego ha aceptado el encargo, exigiendo a su partido que se concentre en ganar las elecciones y no en debates de candidaturas o sucesorios. "Acepto el reto, lo hago con la mayor ilusión y asumo la responsabilidad que conlleva. El único objetivo es ganar las elecciones y gobernar", ha señalado. Por ello, Rajoy se ha comprometido a dedicarse "en exclusiva" a esa tarea y aseveró que "todo lo demás, ahora, no me interesa".

Rajoy, que presume de independencia, ha insuflado moral de victoria. "Podemos formar 50 gobiernos mejor que el de Zapatero. Además, ha advertido que el PSOE "y sus medios afines" trasladarán un "ambiente artificial de pésimismo" en los próximos meses. Ha criticado casi toda la gestión socialista, desde la política territorial, "con daños irreversibles si no llega a ser por el PP", hasta la "lapidación" de la herencia económica de los últimos Ejecutivos de Aznar.

Tampoco se ha olvidado el líder del PP de la política antiterrorista que desarrolla el Ejecutivo. "Ahora Zapatero ha iniciado la operación disimulo, que consiste en aparentar ser más españolista que nadie y el más duro y firme contra ETA, pero no se puede engañar a todos durante mucho tiempo".

En definitiva, para el PP "el tiempo de credibilidad de Zapatero ha terminado", quien aseguró que cuando gane las elecciones defenderá la España constitucional, la libertad, la cohesión y la igualdad, todo, según él, porque España merece "un Gobierno como Dios manda".