Muere Ángel González, el poeta más cercano

El poeta Ángel González ha muerto esta noche a la edad de 82 años en su casa de Madrid. Lejos de torres de marfil, González era el poeta más cercano. Profesor, conversador, fumador y noctámbulo, era una de las grandes personalidades de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Oviedo en septiembre de 1925, ejercía como profesor en EEUU, y había sido galardonado en 1985 con el premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Los restos mortales del poeta han sido trasladados al tanatorio de San Isidro, donde será instalada la capilla ardiente.

De Asturias a Barcelona, pasando por Nuevo México

Ángel González nació en Oviedo el 6 de septiembre de 1925. Estudia derecho por su cuenta en la Universidad de Oviedo, licenciándose en 1949. Trabaja para La Voz de Asturias como redactor y en 1950 empieza a estudiar periodismo en Madrid. En 1955 se traslada a Barcelona donde trabaja como corrector de estilo. Allí entabla amistad con poetas como Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Gabriel Celaya o Caballero Bonald. Desde 1972 trabaja como profesor visitante en la Universidad de Nuevo México. En 1979 conoció a su futura esposa, Susana Rivera, con la que se casará en 1993, año en el que se jubilará de su actividad docente.

Uno de los grandes de la generación del 50

A partir de 1961 publica con regularidad sus libros de poemas. En 1968 publica su poesía completa con el título de Palabra sobre palabra, reeditada y aumentada en varias ocasiones. En 1996 es nombrado miembro de la RAE.

La poesía de Ángel González (1925) ocupa, casi por entero, la segunda mitad del siglo veinte. Su primer libro, 'Áspero mundo' se publicó en 1956. Uno de sus últimos libros fue 101+19 - 120 poemas', volumen en el que se recoge ciento un poemas de su obra anterior junto a otros diecinueve inéditos.

Maestro de poetas y luchador por las libertades

El poeta asturiano era uno de los grandes de la generación del 50, un maestro de poetas posteriores, un luchador por las libertades y un hombre transparente que sabía lo que quería, según han coincidido en destacar sus compañeros de profesión.

Los restos mortales de Ángel González serán incinerados mañana en el cementerio de la Almudena y esparcidos por Asturias, tal y como era su deseo. Así lo ha explicado hoy su viuda, Susana Rivera, mientras recibía las condolencias de multitud de amigos y compañeros de profesión del poeta que pasaron por el madrileño tanatorio de San Isidro.

Último adiós

Ninguno de los 'grandes' de las letras han querido perder la oportunidad de dar el último adiós al poeta, así el ministro de Cultura, César Antonio Molina decía: "aunque no guste, en poesía hay que hablar de generaciones, y Ángel González fue uno de los grandes de la del 50".

El poeta gaditano José Manuel Caballero-Bonald ha querido recordarle como a su "amigo del alma. Ahora me importa él, su obra la recordaré otro día". El poeta valenciano Francisco Brines: "un poeta con una gran transparencia y precisión. Su poesía y su persona eran muy paralelas".

Por su parte, el director de la Real Academia de la Lengua, de la que era miembro el poeta desde 1996, Víctor García de la Concha le ha calificado: "uno de esos poetas que ejerce magisterio". El poeta granadino Luis García Montero ha querido resaltar la gran calidad humana de Angel: "más que la pérdida de un gran poeta, sentimos la pérdida del inmenso amigo".

El compositor Joaquín Sabina lo definía como "un poeta en carne viva y uno de los seres humanos más dignos, decentes y ejemplares que han existido" y el poeta y novelista madrileño Luis Antonio de Villena: "un poeta que luchó contra el franquismo, porque creía en la libertad".

El poeta valenciano Carlos Marzal ha definido al genial escritor como: "Un ejemplo de actitud ante la vida y ante la literatura" y miembro de una "generación de maestros" que "ha mantenido encendida la llama de la tradición".

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel: "renovó la poesía y el lenguaje poético, manteniendo el fondo crítico de la poesía social".

Son muchos los que han pasado por el tanatorio como los periodistas Juan Cruz y Miguel Ángel Aguilar; la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado; la cantante y actriz Ana Belén, las también actrices Pilar Bardem y Asunción Balaguer, y el cineasta Montxo Armendáriz, entre otros.