Australia pide perdón a los aborígenes
Esta es la primera vez que un Gobierno del país se disculpa por la "generación robada"
Australia ha brindado una emocionada disculpa a los aborígenes y les ha pedido perdón por los errores y el daño causado durante décadas por los sucesivos gobiernos del país. "Hoy damos el primer paso al reconocer el pasado y mirar a un futuro que incluya a todos los australianos. Un futuro en el que los australianos, cualesquiera que sean sus orígenes, tengan igualdad de oportunidades e igualdad de participación en la formación del próximo capítulo de la historia de este país", dijo el primer ministro Kevin Rudd en un mensaje retransmitido a toda la nación.
El laborista Rudd ha dicho que el objetivo de la disculpa es "limpiar una gran mancha en el alma de la nación", que es la llamada "Generación robada", un trozo de la historia de Australia cuya existencia negó durante años la administración y que habla de más de 100.000 menores aborígenes separados de los suyos entre 1910 y 1970.
La negación ha terminado
En 1995, una investigación parlamentaria concluyó que miles de niños y jóvenes aborígenes fueron separados por la fuerza de sus familias para reeducarlos y erradicar la raza aborigen. La investigación recogía las experiencias víctimas de aquellas políticas y algunos denunciaron que sufrieron abusos psicológicos y sexuales bajo el cuidado de instituciones o familias adoptivas.
"Como Primer Ministro de Australia, les pido perdón. De parte del Gobierno de Australia, les pido perdón. De parte del Parlamento de Australia, les pido perdón. Y les ofrezco esta disculpa sin reservas", ha dicho Rudd a los supervivientes y a los descendientes de todas las víctimas de la "Generación robada" y ha asegurado que "a partir de hoy la era de la negación ha terminado".
Durante una década, los sucesivos gobiernos del conservador John Howard rechazaron ofrecer una disculpa oficial, y sólo la victoria de Rudd en las elecciones del pasado noviembre ha hecho posible el cambio de actitud de la Administración.
El mandatario ha ofrecido a la oposición que se una al Gobierno en un "Gabinete de guerra" para corregir el bajo nivel de escolarización de los niños aborígenes, las malas condiciones de salud, el alcoholismo, el difícil acceso al sector laboral y la falta de viviendas dignas.