Las Perseidas tiñen el cielo de luz

Cuando la constelación de Perseo se encuentre en su punto álgido sobre el horizonte y la Luna, en cuarto creciente, se haya escondido, será el mejor momento para ver las Lagrimas de San Lorenzo. La tradicional lluvia de estrellas de agosto se podrá ver esta noche antes de la madrugada.

El mejor momento de observación de la lluvia de estrellas de las Perseidas, popularmente conocida como las Lágrimas de San Lorenzo, será a última hora de la madrugada de hoy, aunque su máxima actividad tendrá lugar a mediodía de mañana, martes 12 de agosto.

En ese momento, se estima una media de 100 estrellas fugaces por hora. Desde mediados de julio se puede observar el fenómeno aunque alcanza su máximo esplendor por San Lorenzo.

La mejor forma de observar el espectáculo es alejarse de las luces de la ciudad y mirar sin utilizar aparato alguno hacia el nordeste, sobre todo entre las tres y cinco de la madrugada. Las nubes y la Luna podrían dificultar la visión de estrellas fugaces porque la luz del satélite eclipsaría a las estrellas caídas.

No obstante, las Perseidas "siempre garantizan la visión de algún bólido, estrellas fugaces especialmente brillantes que pueden llegar a dejar en el cielo una estela durante varios segundos", reconocen científicos del Museo de Ciencias de La Coruña.

Hijas menores de un cometa

Las llamadas "estrellas fugaces" son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, desde un grano de arena hasta grandes rocas, asociadas a restos de materia que los cometas van dejando a lo largo de su órbita en sus sucesivos pasos alrededor del Sol.

Cuando cada año la Tierra atraviesa ese rastro de partículas, el polvo entra a gran velocidad en la atmósfera terrestre y se desintegra, dejando ese trazo luminoso característico que recibe el nombre científico de ''meteoro''.

En el caso de las Perseidas, la órbita atravesada es la del cometa ''Swift-Tuttle'', que da una vuelta alrededor del Sol cada 130 años. Su última aparición fue el 11 de diciembre de 1992, año en el que se observaron más de 300 meteoros por hora, más de tres veces la cantidad habitual.