Corbacho aconseja hacerse un plan privado de pensiones

El Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha aconsejado este martes a los trabajadores hacerse un plan de pensiones privado que complete al sistema público. En declaraciones a Telemadrid, Corbacho ha asegurado que él mismo tiene uno. Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha reconocido que la mayoría de las pensiones se verán "minoradas" en una parte muy pequeña si se amplia el periodo de cómputo.

El Ministro de Trabajo cree que es bueno tener un plan de pensiones privado. Reconoce que él tiene uno "no porque vaya a haber problemas con el sistema público, sino porque hay un merma en el salario y un plan privado puede complementar", ha reconocido Corbacho en declaraciones a Telemadrid.

Celestino Corbacho ha defendido la reforma del sistema de pensiones público porque hay que hacer algo para que no haya problemas en el futuro: "No se puede empezar a cotizar más tarde, jubilarse antes, que haya más pensionistas y que se siga cobrando lo mismo". Por su parte, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha dejado hoy claro que el Gobierno no retirará sus propuestas para reformar las pensiones y que incluyen, entre otras, una ampliación hasta los 67 años de la edad legal de jubilación, pero si podrán modificarse con el acuerdo de los grupos políticos.

"Las propuestas ni se retiran, ni se abandonan, ni se renuncian. Las propuestas se enuncian y a partir de ese momento son objeto de negociación y de modificación", ha dicho Granado. Otra de las propuestas del Gobierno para reformar el sistema público de pensiones es la ampliación del periodo de cómputo de las pensiones, actualemente fijado en los últimos quince años de la vida laboral.

Granado no ha especificado en cuántos años debería ampliarse el cálculo, pero si ha dicho que "lo razonable es buscar una fórmula que garantice que las pensiones se corresponden con las aportaciones que han hecho los trabajadores al sistema". Según Octavio Granado, esto significa que los despedidos al final de su vida laboral verán mejoradas sus pensiones y que el resto de los trabajadores las verán "minoradas" en una parte muy pequeña. "Es muy fácil con un pequeño esfuerzo por parte de todos reponer los derechos de los que se ven más perjudicados", añade Granado.