Villa devuelve la confianza a España

España consigue su primera victoria en el Mundial ante Honduras (2-0) con dos goles de Villa , el más desequilibrante de los españoles, ante un equipo que nunca intimidó. Recupera la 'Roja' la confianza, a pesar del bajón físico.

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La falta de mordiente fue la causa del descalabro inicial ante Suiza. Del Bosque lo sabía y decidió impulsar el ataque con Fernando Torres, a pesar de su falta de ritmo por la lesión que le ha mantenido inactivo los últimos meses, y con el desequilibrante Navas. Los damnificados, Iniesta y Silva. La consigna estaba clara. Conseguir un gol rápido que quitase la tensión y espantase los fantasmas.

Fue Villa el encargado de abrir la lata. El asturiano, el más desequilibrante de los nuestros, aprovechó un pase larguísimo desde la derecha para recortar uno y dos veces, a Guevara y Mendoza, se adentró unos metros y cayéndose cruzó al palo largo. Minuto 16 y España ya iba delante en el marcador. Un gol que trajó tranquilidad, que dió aire a un equipo que le costó respirar. Pero el cansancio físico y la falta de velocidad hicía mella en este equipo, que terminaba siendo más horizontal que vertical.

El centro de gravedad se retrasó y la pelota se situó detrás del eje formado por Xavi-Busquets-Xabi Alonso. Los balones largos como alternativa. Mala opción cuando el que tiene que correr es Fernando Torres, que desentonó por su evidente falta de velocidad. No llegaba el madrileño y cuando lo hacía, era tarde.

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El descanso revitalizó al equipo. A los cinco minutos de la segunda mitad Villa de nuevo, el único que muerde y devora junto a Navas, fusiló otra vez a Valladares. Un derechazo desde la frontal del área. Segundo de España. Segundo de Villa. El asturiano tuvo una nueva oportunidad cinco minutos después. El hondureño Izaguirre zancadilleó a Navas dentro del área. El árbitro no dudó. Villa, que no podía desaprovechar la oportunidad de hacer el 'hat-trick' pidió la pelota, pero falló. Villa engañó al portero, pero se engañó él mismo. La pelota se marchó fuera rozando el poste.

Llegaron más oportunidades, sobre todo por la banda derecha de Navas, que siempre llevó peligro al área rival. Fábregas entró por Xavi, el azulgrana se marchó mosqueado porque no encuentra su sitio ni destino a sus pases. El 'renqueante' Fernando Torres dejó su sitio a Mata y Arbeloa sustituyó a Sergio Ramos en la banda derecha.

Y de nuevo el bajón físico. España se dedicó a tocar en la medular esperando a que se pasasen los minutos, que pitase el final y poder respirar. No es la España de siempre, es una España agotada. Del Bosque lo sabe y su muesca al final del partido es un reflejo claro de la sensación que dejó el partido. Victoria y preocupación. No se encuentra la tecla.

El viernes un nuevo examen. El rival, la Chile de Bielsa, que ahora lidera la clasificación con seis puntos, después de su victoria ante Suiza (1-0). España depende sí misma, si gana estará en octavos. La duda es si lo hará como primera o segunda de grupo.