Cien años del nacimiento del rey de los seriales radiofónicos, Sautier Casaseca

Hubo un tiempo en que España se paralizaba cuando en los aparatos de radio se escuchaba la fanfarria que daba entrada a la radionovela de cada día. Una historia amena, unas buenas voces, una música apropiada: eso era el radioteatro.

A la misma hora, y en larguísimas series que se prolongaban en cientos de capítulos, se iban desgranando las vidas de los personajes, tan duras, tan sufridas, que aquellos dramones ponían el contrapunto en una sociedad de postguerra que intentaba salir adelante.

A veces moralistas, a veces escabrosas, otras rocambolescas, las historias mostraban adulterios, hijos del pecado, perfiles de golfos y calaveras, mujeres que llevaban dentro un gran secreto...."Ama Rosa", con Juana Ginzo, entronizó a Guillermo Sautier Casaseca como el mejor guionista de seriales.

Aquel canario, cuyo centenario conmemoramos, llegó a la SER gracias al concurso "Tu carrera es la radio" y dejó escritos miles de guiones, que la SER tiene el privilegio de conservar. Son un prodigio de imaginación, de verborrea, de palabras intensas, de existencias desgarradas. "Lo que nunca muere", "El derecho de los hijos", "La fugitiva", son algunos títulos que llevaron ante el micrófono actrices y actores de una pieza, como Matilde Conesa, Pedro Pablo Ayuso, Teófilo Martínez, Matilde Vilariño y muchos otros.

En las décadas de los 50, 60 y 70, las radionovelas entretuvieron, pero también introdujeron el gusto por los dramáticos de la SER, que hicieron hueco también a los más grandes, de Shakespeare a Calderón, de Ibsen a Pirandello. Este legado, hoy en proceso de digitalización, nos muestra una radio hecha con talento y pocos medios, en un mundo donde aún no había una televisión en cuarto de estar.

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