Melón abierto

La sucesión de Zapatero es como ese melón que nadie quiere abrir pero que de hecho está abierto desde hace meses. La caída en picado del presidente y las dudas sobre su futuro obliga al PSOE a pensar en posibles recambios. Nadie quiere estar en las quinielas pero todo el mundo se va colocando. Seguramente el más feliz hoy con el Pulsómetro sea Bono porque su posición institucional y su distancia con el aparato del partido le permite vivir más tranquilo.

Para Rubalcaba, Chacón y Blanco es más incómodo estar en las listas del postzapaterismo pero los tres deberían ser conscientes, y creo que lo son, de que están en boca de todos; especialmente el ministro del Interior y la titular de Defensa.

Rubalcaba es el preferido por los simpatizantes del PSOE, por la izquierda y los votantes hasta los 50 años. Bono es el favorito entre la derecha y el centro y los mayores. Chacon y Blanco están de momento un paso por detrás aunque no demasiado lejos.

En el PSOE comentan estos días que Blanco y Rubalcaba han sufrido un serio traspiés en las primarias de Madrid y que Chacón ha aprovechado el momento haciendo acto de presencia mediática al coincidirle además con el desfile militar del 12 de Octubre. Cada gesto y cada palabra se analiza al detalle y todo el mundo teme que estos primeros movimientos se conviertan en hostilidades si Zapatero no reacciona y no da señales de vida.

La sensación de derrota se extiende y fuera de Madrid, los barones territoriales pierden los nervios por momentos como le pasó a Barreda. La mayoría se juegan su futuro dentro de sólo ocho meses.

Con las encuestas en la mano, parece muy difícil que ni Zapatero ni un posible recambio pueda ganar las elecciones pero también es verdad que falta año y medio, que hay más de un 30% de indecisos entre los votantes del PSOE y que Rajoy sigue ausente, algo que visto lo visto es lo que le conviene porque como le desespera a más de uno en su partido, Rajoy: cuanto más calla, más ventaja tiene en los sondeos.