Trinidad Jiménez refuerza su posición en el Gobierno tras perder primarias

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, sale reforzada en la nueva remodelación del Gobierno al hacerse cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores, tras apenas año y medio al frente de Sanidad y pocos días después de perder las elecciones primarias en Madrid.

Trinidad Jiménez ya conoce lo que es ser Ministra, deja la cartera de Sanidad tan sólo año y medio después de su llegada, y ya conoce también el Ministerio al que ahora llega, fue Secretaria de Estado para Iberoamérica desde 2006 hasta 2009.

Licenciada en Derecho, y afiliada al Partido Socialista desde 1984, antes de entrar en el Gobierno fue Responsable de Relaciones Políticas con América del partido y asesora del ex Presidente Felipe González, hasta que fue nombrada Secretaria de Política Internacional de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE en julio de 2000.

Ese mismo año ayudó a José Luis Rodríguez Zapatero a alcanzar el liderazgo del partido, y desde entonces se la considera parte del equipo de confianza más próximo al actual presidente del Gobierno. Su último gran gesto de fidelidad a Zapatero fue su presentación como posible candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, aspiración que se truncó hace sólo tres semanas cuando fue derrotada en las primarias socialistas por Tomás Gómez. Ésta ha sido su segunda experiencia amarga en la política local, tras ser derrotada en las elecciones a la alcaldía de Madrid de 2003 por Alberto Ruiz Gallardón.

Como ministra de Sanidad ha tenido que afrontar, con éxito, la crisis provocada por la gripe A y ha gestionado la venta sin receta en las farmacias de la píldora del día después y la aplicación de la Ley de Dependencia. Como nueva titular de Exteriores, le esperan algunos de retos de envergadura que deja pendientes Moratinos. El hasta ahora ministro tenía la agenda cerrada para un mes, con citas tan importantes como la decisiva reunión de la Unión Europea del próximo lunes para hablar del posible cambio de la posición común hacia Cuba, una iniciativa del gobierno de Zapatero y una apuesta casi personal de Miguel Ángel Moratinos. Para final de mes queda también un viaje a los países del Golfo, incluyendo Arabia Saudí, que puede ahora levantar especial expectación si finalmente lo realiza una ministra mujer. Y con la vista puesta en noviembre, tendrá que cerrar la celebración de la Cumbre de la Unión por el Mediterráneo, que ya tuvo que ser cancelada durante la presidencia española de la Unión en el primer semestre del año.

Al margen de la política, como ella misma reconoce, ha hecho un poco de todo. Desde cuidar en Inglaterra a niños españoles que estudiaban inglés en verano, cuando ella tenía 17 ó 18 años, hasta trabajar en una revista jurídica, pasando por dar clases de Derecho Político en la Universidad Nacional de Educación a Distancia cuando vivía en Guinea Ecuatorial.