El Real Madrid se come al Levante

El Real Madrid paseó su potencial para vapulear 8-0 a un débil Levante, víctima de sus graves errores defensivos, que dejaron sentenciada la eliminatoria copera de octavos en un encuentro que sirvió para que el equipo de José Mourinho recupere su imagen más demoledora en la despedida de 2010, antes de iniciar un año repleto de sueños.

Se toma en serio este año la Copa del Rey. Con la lección aprendida de los últimos ridículos, siempre eliminado ante equipos de categorías inferiores, ya demostró ante el Real Murcia de Segunda B cuales eran sus intenciones y las confirmó ante el Levante.

Del pésimo juego ante el Sevilla pasó a la brillantez. El rival siempre tiene que ver, pero gran parte de culpa la tiene la apuesta del técnico. De un doble pivote formado por ''Lass'' Diarra y Sami Khedira, del que sale de todo menos fútbol vistoso, se pasó a dos jugadores como Xabi Alonso y Esteban Granero. Criterio y calidad para dar salida a un fútbol vertical que minimizó al Levante.

Nunca existió sobre el campo el equipo de Luis García, salvo arreones de calidad del ecuatoriano Felipe Caicedo en el primer acto, y pagó caros sus despistes defensivos. Dos fallos de Cerra y uno de Ballesteros significaron tres goles en media hora.

Regresó de golpe el fútbol al Bernabéu y desapareció la polémica.

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Con consignas que cumplir. Abrazos de todo el equipo después de cada gol. No había hecho nada más que nacer el duelo y Benzema perdonaba con todo para él tras un taconazo de Cristiano Ronaldo, más generoso que nunca.

Quien esperaba una de esas noches apáticas de Benzema estaba equivocado. El irregular francés pasa de firmar golazos a estar ausente. Ante el Levante se asoció a la brillantez. A los seis minutos abría la goleada en jugada personal. Bicicleta, salida con velocidad hacia su perfil derecho y latigazo cruzado a la red.

El Real Madrid había salido enchufado, con el único objetivo de golear y sentenciar la eliminatoria. A una alta velocidad aparecía Özil que entre detalles de calidad, marcaba el segundo aprovechando el primer presente de Cerra. Se escurrió ante Cristiano, que asistió a su compañero para que definiese con tranquilidad.

El vendaval blanco no cesaba. El meta uruguayo Gustavo Munúa sacaba una falta de Cristiano, veía cómo rozaba el larguero un remate de Xabi Alonso tras un córner y un potente disparo de Di María. Dio paso a un leve intento de levantarse de su equipo. Del Horno provocó con un disparo centrado la única intervención de Casillas y un buen centro de Cerra lo rozó Pallardó.

Era un espejismo. El Real Madrid sentenció tras otra grave fallo de Cerra, que no calculó siendo el último hombre y dejó al francés solo ante su portero para hacer el tercero a la media hora de juego.

Y Ballesteros cerraba la primera parte midiendo mal ante un pase en largo, que dejó a Benzema con todo a placer para regalar el cuarto a Cristiano Ronaldo.

Con todo visto para la sentencia y las vacaciones navideñas cerca, el Real Madrid no especuló en la segunda parte. Su actitud le condujo a la entrega de su afición, encrespada de nuevo con el arbitraje tras alguna entrada fuerte del Levante y un puñetazo de Robusté a Benzema, que acabó con sangre en el rostro del galo y cartulina amarilla para ambos.

Se desquitó en el minuto 63, tras un nuevo gesto de genio de Di María, que mató el esférico y la picó precisa a Benzema para que cerrase su ''hat-trick'' y anotase su noveno tanto de la temporada. No sería menos Cristiano. Primero firmando un doblete con asistencia repetida del ''fideo'' y cerrando sus tres goles tras una bella combinación con el atacante francés.

Restaban doce minutos para el final cuando Mourinho dio paso a la cantera. Asomó Álvaro Morata y el Bernabéu, en plena ebullición, se volcó con el chaval. Tuvo el octavo en dos ocasiones pero aún no ha llegado el momento de marcar en el Bernabéu. La segunda la generó él y la parada de Munúa dejó el gol a placer a Pedro León. La plantilla madridista respondió a su ''general''. Todos con Mourinho en un momento delicado.