España paga las dudas sobre Grecia y Portugal
El Tesoro coloca letras a 12 y 18 meses con rentabilidades entre el 30 y el 40% más altas, tras la petición de ayuda de Portugal
(Getty Images)
Dos factores confluían para hacer de la subasta de letras de hoy un examen interesante: la petición de rescate por parte de Portugal y la subida de tipos del Banco Central Europeo. Todo ello, aderazado con rumores cada vez más crecientes sobre la posible necesidad de una reestructuración de la deuda griega. Por eso, aunque los organismos internacionales (el último, el Fondo Monetario Internacional) insisten en que España se ha distanciado (lo que los técnicos llaman "decoupling") de esos países denominados periféricos (Grecia, Portugal, Irlanda), todos los ojos estaban puestos en la subasta de deuda española de hoy.
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Los resultados son agridulces. Se han cumplido los objetivos de adjudicación, es decir, que se ha vendido lo que se pretendía vender: se buscaba colocar entre 4.500 y 5.500 millones de euros y se han adjudicado más de 4.600 millones. También ha habido casi el doble de demanda que de oferta, puesto que los inversores solicitaron más de 8.000 millones de euros. Pero todo esto se ha hecho a costa de pagar más. Es decir, que para vender los títulos a los mercados, el Tesoro se ha visto obligado a ofrecer mejores rentabilidades, lo cual es un síntoma de mayor desconfianza hacia nuestra deuda.
En el caso de las letras a 12 meses, España ha tenido que abonar un 33% más que en la última subasta, que se celebró el 15 de marzo: entonces se pagó un interés del 2,18% y ahora ha sido del 2,90%. Por lo que respecta a las letras a 18 meses, la rentabilidad ha aumentado un 40%: desde el 2,50% que se pagó en la subasta de marzo al 3,49% de la colocación celebrada hoy.
Todo esto ha tenido repercusión en la prima de riesgo de la deuda española, es decir, la diferencia entre lo que Alemania paga por su bono a diez años y lo que paga España, y que se considera un indicador de la confianza que los mercados tienen en la deuda de un país. Hoy, la prima de riesgo española ha pasado de 200 puntos básicos al comienzo de la sesión a más de 220 en tan sólo unas horas, coincidiendo con los resultados de la subasta de letras.
