El Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo de la indemnización a los afectados

Todos aquellos afectados por el terremoto de Lorca que tengan contratada una póliza de seguro serán indemnizados por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), como siempre que se produce una catástrofe natural. Para recibir atención, las víctimas del seísmo pueden ponerse en contacto con su compañía aseguradora o bien a través del Consorcio (902.222.665).

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Las pólizas de seguros, sean estas de vida, accidentes o daños, incluyen una prima extraordinaria que se destina al Consorcio de Compensación para cubrir los siniestros que quedan excluidos de los seguros convencionales. Esos riesgos extraordinarios son de tres tipos:

- fenómenos de la naturaleza: aquí se incluyen inundaciones extraordinarias, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestades ciclónicas atípicas y caídas de aerolitos.

- daños ocasionados por hechos violentos, como el terrorismo.

- hechos o actuaciones de las Fuerzas Armadas o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en tiempo de paz.

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En todos estos supuestos, el Consorcio cubre todos los daños materiales y personales directos, así como la pérdida de beneficios que sea consecuencia directa del siniestro extraordinario. También se hace cargo de los gastos complementarios que se puedan generar, como desescombro, demolición, extracción de lodos o limpieza de barro.

Solicitud de las indemnizaciones

Quienes tengan contratado un seguro de vida, accidentes o daños pueden ponerse en contacto con su compañía de seguros o hacerlo a través del propio Consorcio de Compensación. En este caso, puede optarse por dos vías: el teléfono 902.222.665 o la página web www.consorseguros.es. Varios técnicos del CCS están ya en Lorca para evaluar los daños.

Un precedente en 2009

Una de las últimas catástrofes a la que tuvo que hacer frente el Consorcio fue el temporal Klaus, que arrasó Cataluña y Galicia en enero de 2009. La tormenta dejó 14 muertos y el accidente más grave se produjo en Sant Boi de Llobregat. Allí fallecieron cuatro niños cuando el viento arrancó el tejado del polideportivo en el que se encontraban. Esa catástrofe costó al Consorcio alrededor de 500 millones de euros.