Detenida en Arabia Saudí la activista que organiza las protestas por el derecho a conducir de las mujeres
La acusan de no respetar el orden, conducir su coche ilegalmente e incitar a otras mujeres a seguir su ejemplo a través de un video casero.
Manal Al Sherif está en una cárcel a la espera de testificar ante la fiscalía por varios delitos que cometíó cuando la semana pasada desafió la orden que prohibe conducir a las mujeres en Arabia Saudí, como parte de una campaña para abolir esa medida. Una ong de Derechos Humanos dice que es una detención ilegal porque la ley no incluye en ningún sitio que eso sea un delito.
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Medio millón de visitas. Para ver cómo una persona se graba en un vídeo casero conduciendo, junto a su familia, a lo largo de varias avenidas de una ciudad cualquiera. Sorprende que esa acción, aburrida de por si, anime a tanta audiencia. Pero lo que Manal Sherif hizo la semana pasada -y luego volcó el sábado en la web a través de Youtube- es toda una transgresión en Arabia Saudí.
Porque en ese país las mujeres no pueden conducir. Eso es lo que dice el gobierno, y lo que se ve en la práctica. Pero también lo que la Asamblea para los Derechos Humanos en Arabia Saudí pone en duda. En un comunicado dicen que lo que hizo esta mujer no es ilegal, porque "no existe ningún texto oficial que condene que una mujer conduzca en público".
Normalmente, sin delito no hay castigo. Pero Al Sharif fue arrestada el sábado, liberada poco después y vuelta a detener. Y así sigue, mientras le salen apoyos en la página de internet 'Enseñarme a conducir' , una iniciativa que debería culminar el 17 de junio, con algo tan simple como decenas de mujeres desafiando esa dudosa ley y poniéndose al volante de un coche.
Porque en realidad muchas de ellas no necesitan que nadie las enseñe a conducir. Al Sherif tiene carné estadounidense. Otras, las que pertenecen a una clase media-alta acomodada que se lo puede permitir, lo tienen de países europeos. Como las que hicieron una protesta similar en 1990, 47 mujeres saudíes que condujeron alrededor de Riad, la cpaital saudfí, y fueron detenidas y condenadas.
Y sus 'guardianes' castigados. Porque conducir no es lo único que las mujeres no pueden hacer en Arabia Saudí. No pueden salir a la calle, viajar o hacer negocios sin la compañía de un hombre de su familia. Porque otra cosa prohibida es estar con extraños sin la mediación del padre, de un hermano, de un hijo.
Todo ello refrendado por la interpretación que hace el gobierno saudí. Una dictadura ejercida por la casa real de Ibn Saud, que controla todos los mecanismos de poder e impone a la sociedad una interpretación especialmente fanática del Islam, la de la corriente Wahabi. Una interpretación que impone, en nombre de la religión, una prohibición que no comparten con ningún otro país de mayoría musulmana.