Afganistán: toma el dinero y corre

Antes de que acabe el año 10.000 soldados estadounidenses que están en Afganistán volverán a casa. Otros 23.000 lo harán antes de que termine el verano de 2012. Hay muchos motivos que justifican, o por lo menos ayudan a entender, la decisión anunciada ayer por Obama. Entre ellos:

- La muerte de Obama Bin Laden, el líder de Al Qaeda cuya captura justificó el comienzo de la operación.

- La cifra record de muertos. En estos 10 años han fallecido sobre el terreno 1.500 soldados estadounidenses.

- La negociación con los talibanes, confirmada oficialmente hace sólo unos días. Primero todo giraba en torno a la estrategia militar, después se incluyó a Pakistán como parte fundamental en la solución del problema y por último se reconoció el error de no haber tenido antes en cuenta la construcción y el fortalecimiento de las instituciones afganas, el famoso "nation building". Ahora Washington asume que no habrá victoria ni futuro para Afganistán sin esa negociación.

- El rechazo de la opinión pública estadounidense. Casi un 80% de la población está harta de Afganistán, un 56% quiere una retirada lo antes posible, y la clase política tiene la mente puesta ya en las elecciones del año que viene. Resulta llamativo que la semana pasada en el primer debate entre posibles candidatos republicanos, todos (incluyendo a los representantes del Tea Party) estuvieron de acuerdo en pedir la salida de Afganistán (y de Libia, por cierto).

Con esta decisión Obama vuelve a enfrentarse con el Pentágono porque los expertos militares siguen sin ven claro ni el momento ni el alcance de esa retirada. Frente a todos los argumentos anteriores, plantean la siguiente cuestión: qué pasará el año que viene por estas fechas, cuando miles de soldados que estarían preparándose para entrar en combate y responder a la clásica ofensiva anual de la primavera talibán, estén en cambio haciendo el petate para volver a casa.....

Pese a todo, la Casa Blanca maneja otros datos, los económicos, que sin duda han resultado ser decisivos. Aquí van algunos ejemplos:

- 315.000 millones de euros. Es lo que le ha costado a Washington hasta el momento la guerra de Afganistán.

- 83.000 millones de euros. La anterior era la cifra global, ésta es la que se dejaron sólo el año pasado. Ese gasto se ha multiplicado por siete desde la llegada al cargo de Obama

- 700.000 euros. Es por lo que sale cada año un soldado estadounidense desplegado sobre el terreno. La comparación con lo que cuesta un soldado afgano (8.500) no deja lugar a las dudas desde el punto de vista económico.

- 70 euros por litro de gasolina. Teniendo en cuenta las dificultades logísticas y de transporte hasta Afganistán, eso es lo que cuesta el combustible que necesitan los vehículos militares estadounidenses.

A todo esto habría que unirle los 770 millones que Estados Unidos, sin querer jugar un papel protagonista en Libia, calcula que se va a dejar en la operación contra Gadafi hasta septiembre, cuando termine el segundo mandato de 90 días que acaba de darse la OTAN. En definitiva, aquí también ha pesado el "Es la economía, estúpido", que dijo aquel asesor de Clinton no hace tanto tiempo en vísperas de otra cita electoral.