Japón trata de ahorrar energía para evitar un apagón generalizado
Desde este viernes, los servicios públicos y las empresas están obligados a reducir en un 15% su consumo de electricidad con respecto al año pasado
Tres meses después del terremoto y el tsunami que provocaron la catástrofe nuclear de Fukushima, el gobierno nipón ha lanzado un paquete de medidas que persiguen ahorrar energía y así evitar un apagón generalizado.
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Son las medidas más drásticas para ahorrar energía desde la crisis del petróleo hace 37 años. Hasta el 22 de septiembre, de lunes a viernes, desde las nueve hasta las ocho, las empresas, centros comerciales y servicios públicos en la región de Tokio y en el noreste de Japón están obligados a gastar un 15% menos de electricidad que hace un año. Si no lo hacen, se enfrentan a multas de casi 9.000 euros. En el resto del país se invita también al ahorro voluntario de electricidad. Tres meses después del tsunami y el accidente de la central de Fukushima que obligaron a parar los reactores nucleares, el archipiélago no puede permitirse gastar más energía.
En Tokio muchas escaleras mecánicas ya han parado en las estaciones. A ciertas horas circulan menos trenes. En los enormes rascacielos de oficinas muchos pasillos están a oscuras. Los empleados no llevan chaqueta ni corbata. El gobierno ha lanzado una campaña para que los empleados se pongan prendas ligeras. Entran y salen antes de trabajar para aprovechar que las mañanas son más frescas. En muchas empresas se está impidiendo hacer horas extras, en un país donde son costumbre. También se invita a los trabajadores a coger vacaciones. Las fábricas de coches cerrarán los jueves y viernes y trabajarán los fines de semana, cuando la red está menos cargada.
Pese a todo, no se descarta un apagón, sobre todo porque el verano está siendo muy caluroso: unos 35 grados estos días, y sólo funcionan 19 de los 54 reactores nucleares, ya que el gobierno aún se muestra reticente a poner más en marcha.