Khalili advirtió a EEUU y Europa en los 90 de que si olvidaban a Afganistán serían "golpeados"

Madrid

Massoud Khalili no vio en directo por televisión cómo se estrellaba el segundo avión. Tampoco se quedó mudo cuando vio caer la Torre Norte. Aquel 11 de septiembre Massoud Khalili estaba inconsciente en un hospital de Alemania. Dos días antes estuvo a punto de morir víctima de dos terroristas suicidas que se llevaron por delante a su gran amigo, el Comandante Massoud, al que sus compañeros de la Alianza del Norte llamaban el León de Panjshir y que lideraba la lucha contra los talibanes en Afganistán. Cuando despertó había perdido la vista en un ojo, no podía caminar y tenía el cuerpo lleno de esquirlas. Diez años después cuenta su historia a la SER.

Una década más tarde se ha acostumbrado a la falta de visión, ha recuperado casi por completo la movilidad, pero las señales de la metralla siguen en su cuerpo. Nos recibe en su residencia en Madrid, donde llegó hace unos meses como el primer embajador de la República Islámica de Afganistán en España. Antes fue su representante en India, Turquía y temporalmente en Pakistán. También participó en la redacción de la nueva Constitución afgana en 2002. Khalili es un personaje imprescindible para conocer y comprender la historia reciente de Afganistán y lo que puede ser su futuro inmediato.

La victoria sobre los soviéticos en el 89 no sirvió para detener la violencia en Afganistán. Después vino una guerra civil, la toma del poder por los Taliban... ¿La guerra es algo intrínseco al pueblo afgano?

Tiene razón, ganamos aquella guerra pero perdimos la paz. ¿Por qué? Porque nuestros amigos en todo el mundo nos abandonaron. Estados Unidos era nuestro amigo, pero nos dejó solos. Los países occidentales, como España, Alemania, Reino Unido, Francia, nos dejaron solos. Cuando ganamos la guerra, dijeron "adiós".

¿Cuándo se convirtió Afganistán en el refugio de Al Qaeda?

Cuando llegaron los Talibanes, ellos constieron a Al Qaeda, y entonces volvió la guerra a Afganistán. Pero aún podíamos resistir, nos fuimos a las montañas, al norte y luchamos contra ellos. Pero entonces llegó el 9 de septiembre de 2001, el día en que el héroe de Afganistán, el comandante Massud fue asesinado por Al Qaeda.

Usted estaba allí, al lado del "León de Panjshir", el líder de la Alianza del Norte. Su asesinato fue algo así como un "regalo" de Bin Laden a los Taliban, al Mullah Omar ¿Qué recuerdos tiene del momento de su muerte?

Estuve con él la noche anterior hasta las 3 de la madrugada. Hablamos de muchas cosas: política, el mundo, Al Qaeda, los Taliban, cómo America debería ayudar... y de poesía. Estuvimos leyendo poemas y después nos despedimos.

Al día siguiente vinieron esos dos chicos árabes, que resultaron ser de Al Qaeda, entrenados directamente por Osama Bin Laden y Al Zawahiri. Llevaban con nosotros 14 días... y entonces le mataron. Fueron los primeros terroristas suicidas en Afganistán, mataron a ese héroe porque formaban parte de la trama del 11 de septiembre.

¿Qué fue lo primero que pensó cuando despertó en un hospital en Alemania, tras 7 días incosciente, y supo que el Comandante Massud había muerto?

Abrí los ojos. Mi mujer y mi hijo estaban allí. Pensé que quizá yo también iba a morir. Le dije a mi esposa: "Si alguna vez te he levantado la voz, lo siento...".

Después le pregunté qué había pasado con esos dos chicos. "Muertos", me respondió. Le dije a mi hijo: "Yo les he perdonado, no luches en nombre. Si te recluta el Gobierno, ve y pelea. Hazlo. Pero no lo hagas por mí. Hazlo porque la piedad para el lobo es crueldad para el cordero".

¿Cree entonces que hubo relación entre la muerte de Massoud y los atentados del 11-S?

Está claro. Al Qaeda sabía que iba a hacer algo en Estados Unidos y que Estados Unidos respondería atacando Afganistán. Contaban con que en ese momento el Comandante Massud les ayudaría y pensaron que era mejor matarle primero. Así Estados Unidos no tendría a nadie en Afganistán para ayudarles, la gente se dispersaría.... Gracias a Dios eso no fue lo que pasó, porque los ataques en Nueva York llegaron de forma inmediata. Si los hubieran retrasado uno o dos años, probablemente las cosas en Afganistán hubieran sido diferentes.

Aquí, Al Qaeda cometió un error.

¿Se imaginaba entonces que el mundo estaría como está hoy, 10 años después?

Me equivoqué. Justo después del 11 S, cuando al mes siguiente EEUU y la OTAN llegaron a Afganistán pensé que en una década, o menos, el terrorismo estaría debilitado, o incluso destruido. Por desgracia no fue así.

Antes del 11S, la vida era también dura en Afganistán, pero Occidente miraba a otro sitio. Sólo se fijó en su país, después de los atentados de NY...

No quiero culpar a nadie, los afganos también cometimos muchos errores, pero la política de abandono, lo de no querer saber nada de nuestro país, empezó en 1992.

Nadie estaba con nosotros. No teníamos amigos, no teníamos dinero. Yo siempre intentaba hablar con ellos, iba a todos los sitios, a Estados Unidos, a Europa, rogando "por favor, por el amor de Dios, no nos dejéis solos, porque vosotros también seréis golpeados".

¿Qué sintió cuando supo que Bin Laden había muerto?

Se hizo justicia. Él era el líder, así que se hizo justicia. No sólo porque matara a mi amigo, y trajera mucho problemas a Afganistán, no porque yo saliera herido, perdiera un ojo y tenga aún metralla en mi cuerpo. No, personalmente yo le había perdonado, pero nadie puede perdonar a nadie en nombre de la Justicia.

¿Qué cambió ese día, ese 11-S?

Fue el comienzo de una nueva era. No sólo para mí, claro, para todo el mundo. Empezamos una nueva etapa, la etapa de la lucha contra el terrorismo, la peor etapa posible para la Humanidad. La guerra es la guerra pero al menos tiene sus normas.

¿Hasta qué punto va a complicar el futuro de Afganistán la retirada ya anunciada por Estados Unidos y otros países de la OTAN?

Ante todo, no han dicho que nos vayan a abandonar. No. Todos han dicho: "aunque nos vayamos, no os dejaremos solos".

En 3 años tendremos nuestro ejército, nuestra policía. Hace 10 años, sólo teníamos una o dos escuelas abiertas. Ahora 4 millones de chicos van al colegio, y más de la mitad son niñas. Hace 10 años no teníamos universidades, todas estaban cerradas. Ahora tenemos 16 por todo el país, con 85.000 jóvenes que se sientan allí cada día y reciben una formación.

Antes no teníamos parlamento. Ahora tenemos uno, es el peor parlamento del mundo, pero es un parlamento.... ¿Qué parlamento funciona bien en todo el mundo?.... (risas)

¿Cuánto tiempo necesitan para que Afganistán ser un país estable?

Cien años. Mírense Ustedes, retrocedan 40 ó 70 años. Miren cómo vivían sus abuelos, cómo trataban a las mujeres, cuándo tuvieron derecho de verdad a estar en un parlamento, cuándo pudieron realmente ir a la escuela... Y cuánta sangre se ha derramado para conseguirlo.

Usted es hijo del gran poeta afgano Khalilullah Khalili. En su país forma parte de la tradición leer versos al azar e interpretarlos como anticipo del futuro ¿Qué poema le gustaría recitar a Afganistán?

Pobre el huérfano. Pobre el que no tiene padre ni madre. Pobre el que tiene el estómago vacío. Pobre el que no tiene nada. Yo tengo un consejo para ti: si un día quieres alcanzar tu objetivo, no permitas nunca jamás que la llama de la esperanza se te escurra de las manos, si un día quieres alcanzar tu objetivo.