El Barcelona se reencuentra

Las palabras del Pep Guardiola en rueda de prensa surtieron efecto y los Xavi, Messi y Cesc no tardaron en decantar un partido que Osasuna no tuvo inconveniente en servirle en bandeja para acabar pagando todos los platos rotos de las anteriores decepciones azulgranas

El Osasuna saltó al terreno de juego del Nou Camp con su nueva vestimenta. En esta ocasión, los 'rojillos' en lugar de rojo, vestían de azul, un cambio en la estética de la entidad que pareció desdibujar el espíritu 'guerrillero' que atesoraba el conjunto navarro. Por el contrario, los de José Luis Mendilibar practicaron un fútbol tan flojo como el azul de su nueva indumentaria. Algo que les salió muy caro ante un Barcelona que desde el primer segundo demostró tener un hambre atroz de reivindicación, tras los dos empates cosechados frente a Real Sociedad y Milan.

Hambrientos, los de Pep Guardiola dieron el primer mordisco al partido en el minuto 4 con un gol de Leo Messi. Para entonces, el Barcelona ya había empezado a trenzar jugadas que no acababan en celebración debido a las grandes intervenciones de Andrés Fernández. No obstante, el guardameta murciano del Osasuna tan solo resistió dos disparos. Después, la nueva asociación azulgrana de Cesc-Messi cogieron las riendas del ataque culé y la figura del guardameta pamplonica se difuminó. El dúo empezó a asediar la puerta del guardameta murciano a partir del minuto 10 cuando Cesc se la dio a Messi que en el balcón del área se la devolvió al de Areyns de Mar que, sin dejarla caer, destrozó el cuero para mandarlo al fondo de la red.

El Barcelona empezaba a asustar. Los pupilos de Pep habían dejado de trenzar jugadas para comenzar a hilar fino y poner sobre la mesa todo el repertorio de alternativas propio del mejor Barcelona de temporadas pasadas. Y, como sucedía en temporadas pasadas, cuando los azulgrana daban el primer bocado al partido, este solía acabar en atracón. Una regla que se volvió a repetir. Villa por partida doble, unido a la mala fortuna de Roversio en propia puerta (que hizo inútil el trabajo de Andrés Fernández), Xavi y el triplete de Messi, enterraron con goles a los navarros.

Un Osasuna completamente destartalado en defensa, enseñaba los dientes cada vez que merodeaba el área de Valdés, de la que el resto del plantel azulgrana parecía haberse olvidado. Y es que, la relajación que frente a la Real y el Milan acabó en decepción, se convierte en alivio cuando los Xavi, Messi y Cesc encuentran su fútbol.

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