Una de las cámaras del almacén de droga estaba rota y vigilantes y Guardia Civil lo sabían

La investigación policial va arrojando más datos acerca del "modus operandi" de los ladrones del depósito de droga de Málaga. Hay dos datos nuevos importantes que constan en las diligencias policiales que se están haciendo.

Una de las cámaras de seguridad del pabellón donde se guardaba la cocaína estaba rota y tanto los vigilantes de seguridad como la Guardia Civil tenían constancia de ello. Además, los ladrones trampearon las imágenes de otra de las cámaras de seguridad. Cortaron la comunicación y establecieron una imagen estática, fija de una puerta que les permitió actuar con tranquilidad durante horas según los investigadores.

El cerco de la investigación sigue entre el personal de la empresa de seguridad contratada por la Subdelegación del Gobierno en Málaga, una empresa de Bilbao, y entre los agentes de la Benemérita que trabajan en el cuartel de la Guardia Civil que está ubicado a tan solo 200 metros del edificio asaltado.

Todo indica que estamos ante un grupo de delincuencia organizado por el "modus operandi" empleado pero de momento no se ha establecido ninguna conexión policial con los grupos que operan en la zona y que están de alguna forma vigilados.

Hay dos investigaciones en marcha: la judicial y la interna de la Guardia Civil. La Benemérita está haciendo su propia investigación por si la información privilegiada con la que contaron los ladrones partiese de ese cuartel cercano al edificio de sanidad exterior.