Guardiola y Mourinho, once batallas en una guerra sin final

Once jugadores jugarán con camiseta blanca y otros once lo harán con una casaca azulgrana, once serán los futbolistas de cada equipo sobre el césped del Bernabéu, eso sí dos serán los grandes protagonistas del Clásico del sábado. José Mourinho y Pep Guardiola volverán a verse las caras en los banquillos Todo comenzó cuando un joven Josep Guardiola entró en el vestuario del Camp Nou y se encontró con José Mourinho, un secundario en el vestuario que dirigía con mano de hierro Louis Van Gaal, su relación duró cuatro años, Mourinho hizo las maletas en busca de un futuro mejor como entrenador principal. Guardiola, tras unos años más en Barcelona marchó al extranjero en busca de nuevos alicientes. En aquellos días de 1999 pocos, nadie, imaginaba que diez años después, en 2009 se volverían a encontrar luchando por dominar Europa. Un 16 de septiembre de 2009 San Siro era testigo del primer encuentro Mourinho-Guardiola. Inter y Barça se encontraban en la ida de la fase de grupos de la Liga de Campeones, un partido de poca monta en comparación con lo que les depararía el futuro. Empate a cero. El 24 de noviembre ese mismo partido se jugó en el Camp Nou y por primera vez Guardiola ganó a Mourinho. Pedro y Piqué marcaron los dos tantos del Barça. Los duelos cesaron por unos meses, pero en abril llegó la venganza de Mourinho, «The Special One» le robó al Barça la posibilidad de ser campeón de «Champions» en el Bernabéu. En las semifinales de la Liga de Campeones el Inter de Milan eliminó al Barça merced a un mal partido en San Siro (3-1) y a una insuficiente victoria en el Camp Nou (1-0). El cambio de Mourinho al Madrid hizo más fuerte la rivalidad Cuando Mou llegó a Madrid en junio de 2010 Guardiola sabía que tenía al «enemigo en casa». Y desde entonces, en 18 meses Barça y Madrid, Guardiola y Mourinho se han visto la cara -y los ojos- en 7 ocasiones. En Liga, en Copa y en Europa, en todos los escenarios posibles luso y catalán han luchado por ganar. La bienvenida de Guardiola a Mourinho fue de órdago, Pep le dio la «mano» a Mourinho endosándole un 5-0 en una de esas noches que pasan a la memoria de los aficionados culés. El Barça ninguneó al Real Madrid de Mourinho en el primer asalto español de los duelos Mou - Pep. La locura llegó al puente aéreo en la primavera de 2011, ya se sabe, la primavera la sangre altera. Y la de Mourinho y la de Guardiola no iba a ser menos. Cuatro partidos en veinte días que dejaron una resaca que llegó hasta el ambiente en la Selección. El aperitivo fue un insulso empate a uno en Liga en un partido en el que Mou colocó a Pepe de centrocampista, una apuesta ultradefensiva en el Bernabéu. Guardiola, triunfador de la noche -el empate hacía casi campeón al Barça- dejó claro que «no era quien para dar consejos al señor Mourinho». La bomba estalló en la «semana fantástica» de Copa y Liga de Campeones Un 20 de abril, como la canción de los Celtas Cortos, Mourinho logró su mayor victoria ante Guardiola, en el único título jugado a un partido entre ambos el portugués salió victorioso. Un gol de cabeza de Ronaldo le dio la Copa del Rey a un Mourinho que empezaba a creer que podía romper la hegemonía del Barça de Pep en España y Europa. La final copera, marcada por la agresividad de ambos equipos, aumentó de forma considerable la tensión entre los jugadores y entrenadores. El día antes de la ida de la semifinal Josep Guardiola llegó, se sentó en la sala de prensa del Bernabéu y le mandó un mensaje directo a su tocayo José: Aquí, en el Bernabéu, Mourinho es el puto jefe y el puto amo. Fuera de los terrenos de juego él ya ha ganado su «Champions» particular. Las declaraciones de Guardiola en casa de Mourinho prendieron la mecha del portugués -«Con las declaraciones de Pep entramos en una nueva era. Criticar el acierto del árbitro. Nunca lo había visto», afirmó Mourinho antes del choque- mecha que se terminó de consumir tras el partido europeo. 0-2 para el Barça y una polémica expulsión de Pepe por una entrada sobre Alves. La «Champions» estaba sentenciada pero la guerra en los banquillos estaba más viva que nunca. El guerrero Mourinho llegó a la sala de prensa tras el partido con una idea clara, que alguien le explicase los «porqués» de la victoria culé. Además el luso no perdió la oportunidad de acordarse de Pep, al que le dijo que le «daría vergüenza ganar una Liga de Campeones como lo había hecho él». Esas declaraciones le valieron a Mourinho una sanción por parte de la UEFA y que se encendiera el debate sobre si el luso era un buen representante del señorío merengue. A partir de ahí Mourinho y Guardiola enfriaron su relación, el Barça sentenció en casa su pase a una final que posteriormente le ganaría al Manchester United. La 2011-12 empezó con un dedo en el ojo de Vilanova Guardiola y Mourinho, morenos tras las vacaciones, se volvieron a encontrar en agosto en los dos partidos de la Supercopa de España. En la ida empataron a dos en un buen partido de fútbol, pero a la vuelta volvieron los malos modos de los jugadores blancos y culés. La imagen del partido fue la de Mourinho metiendo el dedo en el ojo de Tito Vilanova como resultado de una tangana lamentable tras una brutal entrada de Marcelo a Cesc Fàbregas. Once partidos, muchas batallas ganadas por Guardiola y muchas ganas por Mourinho, pero la guerra está aún sin acabar, esperemos que esta vez se quede solo en el terreno de juego.

Guardiola y Mourinho, once batallas en una guerra sin final

Catalán y portugués se citan por duodécima vez en su historia en una nueva batalla de una guerra que dura ya dos años

Alejandro Rodríguez