Grande-Marlaska, un perfil renovador

Con la premisa de hacer "trabajo en equipo" y la "vocación de servicio publico", Marlaska ha presentado sus credenciales como nuevo presidente de la Sala de lo Penal. Una curia de 18 magistrados que enjuician los asuntos penales con más relevancia social.

"Esta sala está mas viva que nunca", decía su antecesor Javier Gómez Bermúdez, y Marlaska, el más joven de todos ellos, deberá conciliar el consenso para afrontar el fin de ETA con todas las implicaciones jurídicas que trae.

Marlaska lleva seis años en la Audiencia y se ha adaptado rápidamente a las peculiaridades de esa sede judicial en la que ha perseguido el entorno social y político de ETA, destapo el chivatazo policial del caso Faisán o investigó de forma reticente el accidente del avión Yakolev en el que murieron 62 militares españoles.

Bilbaíno, de 50 años, y con perfil conservador, Marlaska ha dejado un gran ambiente de trabajo en los funcionarios a su cargo. El nombramiento ha sido celebrado como un "Goya" y la noticia recibida con una alfombra de cartulinas rojas, las mismas que sirven para recopilar los expedientes con preso. Quizá hay un nuevo estilo, aire fresco, diferente.