Se eleva a 41 el número de muertos por una explosión en una refinería venezolana

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ha visitado las instalaciones, ha pedido prudencia para que la investigación determine qué pudo causar la explosión. Chávez ha desmentido las versiones de los vecinos de la zona que aseguran que olían a gas días antes de que se produjera el siniestro.

Hugo Chávez ha tildado de "especulaciones" las versiones que se están dando en torno al suceso y ha rechazado las críticas que denuncian la falta de mantenimiento de la mayor refinería del país. El presidente de Venezuela ha pedido calma para investigar las causas de la explosión que se produjo este fin de semana.

El Gobierno sigue trabajando en las tareas de extinción del fuego que dejó la explosión y que todavía sigue encontrando alimento en dos tanques de gasolina del centro industrial.

El gerente del Centro Refinador Paraguaná (CRP), Jesús Luongo, ha asegurado que se reabrieron los muelles de carga y descarga de la planta y tan sólo están funcionando las unidades de destilación y fraccionamiento de nafta en el complejo de Amuay.

Luongo ha dicho que de los dos tanques de almacenamiento que siguen en llamas, uno está próximo a extinguirse por lo que concentrarán los esfuerzos en apagar el otro. De no lograrlo, probablemente tendrán que esperar "dos o tres días" a que el fuego termine de consumir el combustible.

Según el último parte, dos de los heridos que fueron trasladados al hospital han fallecido, con lo que ya son 41 los muertos por una explosión de gas en la refinería de Amuay, la más grande del mundo.

La mayoría de los muertos eran miembros de la Guardia Nacional y familiares que se encontraban en las instalaciones del Destacamento 44, que da protección a la refinería.

Al menos 86 personas debieron recibir algún tipo de atención médica, según el Gobierno. La mayoría han sido dados de alta, salvo una veintena que continúan ingresados.