La semana pasada, tras reunirse con Mariano Rajoy, el presidente catalán, Artur Mas, dejó claro que sería en el parlamento de Cataluña y en el Debate de Política General, donde definiría el próximo paso de su gobierno. Realizar una consulta sobre la soberanía de Cataluña es la propuesta de partida de CiU, aunque de momento no concretan la fórmula. Podrían ser unas elecciones anticipadas o un referéndum por la independencia. Bajo el paraguas del derecho a decidir, Convergència i Unió constata como la única vía posible para Cataluña el que sus ciudadanos puedan elegir libremente y democráticamente su futuro. Según la coalición, la vía con el Estado español ya no tiene recorrido y hay que consultar al pueblo su voluntad. Sin embargo, los nacionalistas no se mojan, de momento, en la fórmula. Puede ser un referéndum o pueden ser unas elecciones anticipadas. En el borrador que a partir de ahora servirá para negociar con los demás partidos, CiU concluye que en este momento histórico es necesario consultar a la ciudadanía sobre la posibilidad de que Cataluña se convierta en un nuevo Estado de Europa. La ambigüedad típica en CiU también queda de relieve en el hecho de que de nuevo sigue sin aparecer la palabra independencia. Este es el punto de partida de CiU para las conclusiones que el jueves se votarán en el Parlament, cuando acabe el DPG (Debate de Política General), un texto que recogerá el espíritu de la manifestación independentista y que los nacionalistas quieren pactar como mínimo con ERC y ICV. Ambos partidos ya se han mostrado dispuestos a aprobar un texto, que en ningún caso sería vinculante, pero que pida una consulta soberanista para la próxima legislatura. Hay un amplio denominador común, pero las negociaciones en serio todavía no han empezado. Se podrían enturbiar con la sombra del adelanto electoral que estos días estará presente en la cámara catalana.