Los más elegantes de San Sebastián

Sucede, y no es ningún secreto, que paralelamente a los premios que se entregan en los festivales de cine se deciden otros galardones no oficiales pero no por ello menos importantes: aquellos que reconocen a los más elegantes del certamen.

Y es que una vez que se desvela al ganador del trofeo de turno los aplausos pueden durar minutos en el patio de butacas, pero el debate sobre si una película merecía o no el premio rara vez pasa de esa misma noche. Decidir quién ha sido la mejor vestida, sin embargo, sí que llena páginas en revistas y horas en televisión. En cierto modo podría hasta decirse que para el público general un festival es solo la excusa para soñar con trapos que nunca entrarán en su armario. Será que la moda, a diferencia del cine, no es accesible a todos los bolsillos. De ahí la fascinación por semejante fruto prohibido.

Sin ser los Oscar o Cannes, donde la pasarela casi ha matado al celuloide, en San Sebastián este año se han visto más aciertos estilísticos de lo acostumbrado. Normal teniendo en cuenta que por allí se dejo caer Penélope Cruz, valor seguro en lo que a las más elegantes se refiere. La actriz se cambió hasta tres veces de modelo en un mismo día, siendo el más aplaudido el Gianni Versace rojo que lució en la gala de estreno de 'Venuto al mondo'. Impresionante.

Pero ojo, que Pe no se confíe que detrás vienen pegando fuerte toda una batería de estrellas dispuestas a quitarle el puesto de guapa oficial de las alfombras rojas. Es el caso, por ejemplo, del equipo femenino al completo de la película 'Blancanieves', aunque por encima de Macarena García, Inma Cuesta o Ángela Molina brilló con luz propia Maribel Verdú, los 42 años mejor llevados del cine español. Mención especial también se merece Aida Folch, protagonista de 'La artista y la modelo' de Trueba, que nada tiene que envidiar a la elegancia que confiere la madurez reposada de dos grandes como Susan Sarandon y Monica Bellucci, paradigmas perfectos de lo que significa ser una estrella.

Claro que si hace un tiempo ellas eran las que daban el golpe, ahora los hombres también han entrado con fuerza en la competición por alzarse con el galardón del mejor vestido del evento. La verdad es que tirando de traje y smoking el género masculino lo tiene infinitamente más fácil a la hora de acertar, aunque llevar bien un traje también tiene su truco como ya nos han demostrado astros como Richard Gere, Jean Rocheforf o Benicio del Toro.

Quizás por eso es fuera de la alfombra roja, en el mundo informal, donde mejor se puede juzgar el estilo de un actor, y ahí ha habido dos nombres que se llevan con justicia todos los honores: Ben Affleck y Ewan McGregor, dos iconos a seguir dentro y fuera de la pantalla. Claro que la sorpresa nos la ha dado Jorge Drexler. El músico y actor ocasional ha dejado muy buen sabor de boca en todas sus apariciones demostrando que, en el fondo, la elegancia es un don que no se puede comprar.