Fátima Báñez: "Estamos saliendo de la crisis"

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, vislumbra la salida de la crisis. Al menos así lo ha dicho en el acto de presentación del número 100 de la Revista del ministerio: "Estamos saliendo de la crisis y estamos viendo ya señales esperanzadoras en un entorno muy difícil". No parecían compartir este optimismo los trabajadores de su departamento que, separados del salón en el que se celebraba la presentación por un notable despliegue de seguridad, exigían la dimisión de Báñez.

La afirmación de la ministra se insertaba en un amplio discurso de tono positivo y optimista, en el que apelaba a la "responsabilidad de todos" y a la "confianza" para dejar atrás la crisis. Un ejemplo: según Báñez vivimos una "crisis profunda, crisis dura" a la que contrapuso las "fortalezas de nuestro país que hemos de poner en valor". "Somos un gran país, tenemos una riqueza natural, histórica y cultural sin precedentes. Nuestra historia reciente es una historia de éxito. Un caso de éxito producto del trabajo de todos los españoles, [...] lleno de ganas de salir adelante con decencia, con seriedad, pero también con ambición".

Fue en éste contexto cuando lanzó la frase: "Estamos saliendo de la crisis y estamos viendo ya señales esperanzadoras en un entorno muy difícil". Poco después, la ministra aclaraba cuáles son esas señales que aprecia: "eso es lo que ocurre cuando un trabajador se fortalece y mejora su posición a través de la formación, cuando apuesta por el autoempleo y cuando se implica en la mejora de la competitividad y de la productividad del país".

Pitidos de los funcionarios

Mientras se desarrollaba la presentación en el salón de actos del ministerio, fuera de la sala decenas de funcionarios del ministerio pitaban y coreaban "ministra, dimisión" y "no es una crisis, es una estafa". En el patio del ministerio, más empleados se concentraban, como todas las semanas, para protestar por los recortes que están sufriendo en sus sueldos y condiciones laborales.

La ministra no vió a los concentrados (de eso se ocupó un fuerte despliegue de seguridad, que impidió a los concentrados acercarse a Báñez) pero sí que pudo escucharlos, puesto que el ruido de sus protestas se filtraba en el salón.

Como el acto oficial se desarrolló sin preguntas, los periodistas no pudieron preguntar a Báñez por las "señales esperanzadoras" ni por sus declaraciones el pasado viernes, cuando comentando los datos del desempleo aseguró que "para el Gobierno son también personas aquellas que se van al paro en el sector público". Quizá para evitar una nueva expresión de este tipo, muy criticada el viernes en las redes sociales, Báñez se curó en salud en los primeros compases de su intervención, al incluir entre sus agradecimientos "a todos los funcionarios, magníficos funcionarios de esta casa".