Un Barcelona 'jugón' gana al Celta con solvencia y certifica el regreso de David Villa

El equipo blaugrana resuelve con solvencia su partido ante un Celta que tuvo varias ocasiones a la contra para sorprender a los de Vilanova aprovechando los problemas que siguen teniendo en defensa. El gol de la sentencia fue marcado por Jordi Alba en posición de fuera de juego.

La apuesta de Tito Vilanova volvió a ser la del fútbol total, con una defensa de tres formada por Adriano, Mascherano y Jordi Alba que cuando el Celta tenía la pelota recibían la ayuda de Busquets. Y por delante de todos ellos, los jugones entre los jugones: Xavi, Cesc, Iniesta, Pedro, Villa y Messi.

Con esos mimbres el Celta ya sabía que le iba a tocar sufrir al ver cómo los jugadores del Barcelona trataban de hacerse el espacio suficiente en la frontal del área para, a base de paredes, plantarse en las narices de Javi Varas. Los blaugranas cumplieron rápidamente con el guión. Primero con un gran centro de Cesc a un Villa que lanzó el balón arriba y después con una dejada de Messi en la frontal del área del Celta que aprovechó Iniesta para disparar también por encima del marco de Varas.

El partido parecía abocado a ser un monólogo del Barcelona, sobre todo cuando Messi estuvo a punto de abrir el marcador con una vaselina sobre el portero del celta que se le quedó corta y que no pudo dedicar, en forma de gol, a su primer vástago. Pero el Celta quiso demostrar que las cosas no son siempre lo que parecen y empezó a mostrar las armas con las que acudía al Camp Nou. Mejor dicho, el arma: un contragolpe lanzado casi siempre por banda para poner en evidencia la escasez de los tres defensas blaugranas.

Así llegó un buen disparo de Iago Aspas que Valdés vio cómo se marchó junto a la escuadra de su portería. Y también un cuerpo a cuerpo entre los dos mismos protagonistas en el que ganó la partida el guardameta blaugrana. Fueron dos ocasiones claras, clarísimas, para poner el 0-1 en el marcador.

Pero ese resultado nunca se produjo y lo que llegó fue el 1-0. En una de esas combinaciones mágicas del Barcelona en la frontal con Adriano y Pedro como protagonistas. Soltó la bola el brasileño a su derecha. Y cuando Pedro levantó la cabeza para meter la bola en el área pequeña la volvió a recoger Adriano en boca de gol para hacer el primer tanto del encuentro.

Le duró poco la alegría al Barcelona y en este partido de ida y vuelta volvió a aparecer la contra del Celta. Pudo haber conjugado el peligro Valdés con su parada a Álex López, pero el rechace lo recogió Mario Bermejo para llevar el empate al marcador.

Gran premio para el Celta, aunque escaso el tiempo para disfrutarlo, porque solo dos minutos después llegó el segundo del Barça. Otra pared. En este caso, de Villa e Iniesta. Quinto gol en la Liga para el asturiano en siete remates a portería. Difícil encontrar una efectividad superior.

Con el marcador a favor el Barcelona quiso reducir los riesgos y Tito mandó dar un pasito atrás a Xavi y a Busquets. La locura disminuyó y apenas se vieron ocasiones. La mejor, una de Messi tras un error defensivo de Mallo. Pero el argentino se perdió en regates y, rodeado de celtistas, no encontró ni compañeros ni huecos para buscar la portería en una jugada en la que la grada ovacionó al argentino atajando cualquier reproche de egoísmo hacia la figura de su equipo.

De hecho, todo el Camp Nou soñó a lo largo de la tarde con ver al argentino marcar un tanto para dedicárselo al recién nacido. Y una vez que el tercero del Barça subió al marcador, pocos alicientes más tuvo el encuentro.

Eso sí, antes de ese gol que sentenció el encuentro pasaron algunas cosas que pudieron cambiar el partido. Sobre todo, una ocasión de Iago Aspas nada más reanudarse el encuentro. Le robó la cartera a Marcherano y su disparo con la izquierda, casi sin ángulo, se fue pegado al palo derecho de la portería de Valdés.

Superado el susto, buscó el gol Messi en un libre directo bien lanzado pero que se fue un palmo por encima de la portería del Celta. Y a partir de ahí, diez minutos hasta el gol de Jordi Alba, que llegó con polémica. O más bien sin ella, porque no hay discusión posible sobre la posición de fuera de juego del lateral cuando recibió la bola de Villa.

Sin gol para el recién nacido, porque Messi no encontró el camino aunque sus compañeros hicieron por ayudarle, lo mejor del encuentro una vez que se certificó su sentencia fue la ovación del Camp Nou a Villa. Parece que el asturiano por fin está al cien por cien para estar en el once le Vilanova. Le ha exigido mucho el técnico para tenerle en ese lugar privilegiado. Con él ha vuelto el triplete Villa-Pedro-Messi.

Le costará a Alexis ser titular. También a Tello. Y el Barcelona tendrá mucho gol. Solo le queda encontrar la tranquilidad en defensa -con las recuperaciones de Puyol y Piqué- para defender con todas las garantías la renta que tiene respecto al Real Madrid en el campeonato.

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