Platos del fin del mundo
- Bearnesa emulsionada con encebollado y coco de Calima (Marbella, Málaga). Me encantó mi experiencia Calima y este plato me pareció de los mejores por aunar la tradición (bearnesa) con la modernidad, por la combinación de distintas exturas, sabores y temperaturas. ¡Un 10!
- Dumpling de rabitos ibéricos de la gastrotasca Tapas 2.0 (Salamanca). Intensísimo sabor del ibérico. Meloso, delicioso...
- Acarajé. Plato tradicional de Salvador de Bahía (Brasil). El simple olor de este plato me transpota a mi infancia.
- Timbal de manzana y foie con aceite de vainilla de El Celler de Can Roca (Girona). Sencillo, sí. Todo el mundo puede hacerlo pero no todos conseguirían ese resultado. Conjunción de foie y manzana en su justa medida.
- Chipirones en su tinta de Urepel (San Sebastián). Chipirones de anzuelo, recién pescados, con una rica salsa de tinta cocinados a la perfección. El súmmum.
- Los postres de Jordi Roca. No podría elegir entre todos los que he probado. A cada cuál más delicioso.
- Palmito a la brasa de Dolce Villa (Sao Paulo, Brasil). Simple. Palmito abierto a lo largo, a la brasa, rociado con mantequilla derretida con hierbas. Una delicia.
- Pollo Korma. El mejor que he comido es el que cocina mi hermano.
- Los boquerones fritos del Maricuchi (Málaga). Victorianos, con un punto perfecto de fritura.Tiesos, crujientes... ¡Insuperables!
- Picanha del Porcão (Rio de Janeiro, Brasil). La mejor carne que he probado.
- El mole poblano de Qué chula es puebla (Puebla, México). No hay color entre comerlo allí o en cualquier otro lugar del mundo. Especiado, sabroso, intenso.