La declaración de Eufemiano Fuentes en la 'Operación Puerto' se aplaza a este martes

La primera jornada del juicio de la Operación Puerto, que se celebra en el juzgado de lo Penal número 21 de Madrid, comenzó con una hora de retraso (estaba previsto para las 10 de la mañana) y la declaración del principal implicado en la trama, Eufemiano Fuentes, se ha pospuesto para mañana martes, ya que las diligencias previas se han alargado más de lo previsto -han durado unas tres horas-.

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Los cinco imputados llegaron pronto a las dependencias judiciales de la calle Julián Camarrillo. Desde las nueve de la mañana, más de 200 periodistas de casi 80 medios acreditados (más de una treintena de ellos extranjeros), esperaban la llegada de Eufemiano Fuentes, Yolanda Fuentes, José Ignacio Labarta, Manolo Saiz y Vicente Belda.

Las cuestiones previas planteadas por la defensa y los abogados de la acusación se ha celebrado a puerta cerrada y, tras un receso de cinco minutos, la juez Julia Patricia Santamaría, ha decidido aplazar la declaración de Fuentes, hasta mañana a partir de las diez.

Eufemiano llegó sin perder la sonrisa, aparentemente tranquilo, acompañado por su madre, su abogado y sus dos hermanas (una de ellas, Yolanda, también acusada) y no torció el gesto a pesar de tropezar varias veces en medio del tumulto provocado por las decenas de cámaras que lo esperaban a la entrada de los juzgados. Un poco antes había llegado Manolo Saiz y, unos instantes más tarde, los otros dos imputados (Belda y Labarta).

Al final de la sesión, la juez permitió que se grabaran unos planos mudos para las televisiones y los fotógrafos accedieron a la sala. Los acusados esperaron de pie, durante cinco minutos, posando involuntariamente, mientras quedaban retratados en una imagen que resume la 'Operación Puerto'. "Parecemos monos de feria, aquí expuestos", le espetó Yolanda Fuentes a la juez. "Un acto vejatorio", dijo Manolo Saiz a la salida.

Lo único que se palpó fue la creciente indignación de la prensa extranjera por un proceso en el que no se juzgará el dopaje, sino la sangre: su consideración como medicamento y las normativas para su conservación y tratamiento. De eso es consciente el doctor Fuentes, que sigue ejerciendo la medicina y que, lejos de mostrarse avergonzado, pareció disfrutar en medio de la nube informativa que lo rodeó a la entrada y salida del juzgado. Todo lo contrario que Saiz, que abandonó las dependencias abatido y cansado. Pero el proceso no ha hecho más que empezar.

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