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Vuelve el papel a las paredes

Vuelve el papel a las paredes

Diferente, económico y original. Decorar la casa con papel pintado parece, a priori, algo de nuestros abuelos pero nada más lejos de la realidad. En plena eclosión por lo vintage, el papel pintado es una tendencia en los hogares del siglo XXI.

Lo hemos visto en las casas de nuestros abuelos o en esos modernos salones setenteros. Pero olvídate de la casa de los Alcántara. El papel pintado como elemento de decoración del hogar fue toda una tendencia hace varias décadas en España y ahora, en pleno revival y con lo vintage como un must-it, las paredes se vuelven a llenar de papel con motivos geométricos, estampados o colores potentes. Una forma diferente, económica y original para dar un toque diferente a tu casa o crear varios ambientes dentro de una misma habitación con muchísima personalidad que no esta limitada al cuarto de los niños.

Las ventajas fundamentales del papel pintado frente a la pintura tradicional es que resulta muy fácil y limpio de poner y que existen tantos diseños e ideas modernas y originales como puedas imaginar. Aun así hay que tener algunos pequeños trucos en cuenta.

Los papeles con predominancia de colores puros, como azules, amarillos y rojos, son perfectos para habitaciones con muebles muy ornamentados. De este modo, el papel pasa a un segundo plano complementando a los muebles pero estos son los verdaderos protagonistas de la estancia. Si optas por colores brillantes y luminosos para el papel pintado es aconsejable que lo coloques en habitaciones pequeñas ya que, además de dar un toque muy acogedor, dan la sensación de hacerlas más grandes. Los tonos oscuros, por el contrario, reducen visualmente el espacio. Por tanto, son útiles para estancias demasiado grandes, como un comedor, a las que le aporta una sensación muy relajante.

Pero si algo caracteriza al papel pintando son sus motivos. Los patrones estampados sirven para llamar la atención sobre si mismos y difuminará y disimulará cualquier otra carencia de la estancia. Los papeles pintados con motivos grandes consiguen una sensación en la estancia acogedora e íntima ya que acortan las distancias, y los pequeños en cuartos pequeños añaden volumen y aumentan la escala de la habitación.

Y para darle un toque más atrevido al salón o el dormitorio, una de las mejores elecciones son los papeles con rayas. Eso sí, hay que limitar su uso a una o dos paredes porque si no quedará demasiado asfixiante y nunca combinar rayas verticales con horizontales en la misma estancia. Dicho esto, las rayas verticales sirven para trasladar la sensación de altura de los techos. Un efecto al que se puede sacar más partido todavía combinando dos tonos de un mismo color. Las rayas horizontales, por su parte, son ideales para habitaciones pequeñas o espacios estrechos ya que alargan las paredes, y en las estancias amplias es recomendable utilizarlas únicamente en una pared.

 
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