Viajes de ida y vuelta

Antes de una Dauphiné viajó desde Lyon a Madrid, junto su director en el Phonak Álvaro Pino y sus compañeros Santi Pérez, Quique Gutiérrez y Óscar Sevilla para recibir transfusiones de sangre

Trajeado, serio, con el pelo más largo que nunca y acompañado de una intérprete, Tyler Hamilton se sentó a declarar ante una cámara desde la embajada española en Washington. Ex compañero de Lance Armstrong (su testimonio fue clave en la investigación de la USADA), reconoció su 'conexión española' en aquellos años en los que Eufemiano Fuentes dominaba el mundo ciclista y algún mundo más (RSoc y Urco no corrían el Tour).

Se intuía la declaración de Jesús Manzano, porque lo declarado en la sala ya lo había confesado muchos años antes en AS. Y se podía intuir la de Hamilton, porque de dopado confeso se ha reconvertido a escritor, novelista autobiográfico, a través de su libro 'The secret race' (La carrera secreta), en el que narra sus encuentros con Eufemiano, cuenta que fue Biarne Riis (entonces, director del CSC) quién los presentó, que su orina era de color negro cuando la transfusión no era idónea o que sus bolsas de sangre eran identificadas por la clave '4142'. Eso ya lo sabíamos.

Con la declaración de Hamilton volvió a escucharse esa versión, nunca confirmada, de su positivo en 2004 por transfusión homóloga (sangre de otra persona en su organismo). La misma razón (¿casualidad?) por la que también dio positivo, en las mismas fechas, su compañero Santi Pérez (también cliente de Eufemiano). ¿Se confundirían, pues, de bolsas y Hamilton recibió la sangre de Pérez y Pérez la de Hamilton? Sería una posible explicación a esos positivos.

Sus respuestas fueron cortas, poco más que afirmativas a las preguntas dirigidas de los distintos letrados. No fue necesario que la abogada de la AMA (como en el 'primer intento' Schumacher) mostrara en la sala su inglés con acento americano, porque la traducción (como en el 'segundo intento' Schumacher) fue la correcta. Entre yes y yes, Hamilton confesó que el fallecido Alberto León (uno de los 'machacas' de Eufemiano, un mensajero) llegó a practicarle transfusiones, a pesar de que no estaba formado para ello.

También que, debido a que había demasiados periodistas a la puerta de su hotel durante el Tour 2004, le pidió un favor a su médico alemán del Phonak: que él mismo le realizara una reinfusión para evitar que Fuentes, o alguien de su 'banda', fuera visto por los alrededores. Y cómo, antes de una Dauphiné, medio equipo Phonak viajó de Lyon a Madrid, en un viaje exprés de ida y vuelta (visita de médico, nunca mejor dicho), para ser tratados por Fuentes. En esa excursión a España le acompañaron Álvaro Pino, su director entonces, Santi Pérez, Quique Gutiérrez y Óscar Sevilla.

La otra noticia del día llegó al final, cuando nadie lo esperaba. El abogado de Manolo Saiz (posiblemente, la mejor defensa) anunció que renuncia a la declaración como testigo de Alberto Contador, prevista para este viernes. "La prueba que pretendía acreditar con él ya ha quedado acreditada", dijo en un corrillo con la prensa a la salida del juzgado. Tampoco vendrá el viernes Ángel Vicioso, en paradero desconocido. Siendo ciclista en activo podrían preguntarle a la UCI, que lo tendrá localizado para los controles. "Estará tratándose la lumbalgia que le impidió declarar hace unos días", murmuró un mal pensado antes de que la juez levantara la sesión.

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