Los sonidos del loft de Wilco
Jeff Tweedy aprovecha los descansos de su banda para producir los últimos trabajos de Low, Mavis Staples o los debutantes Kids These Days
Al margen de su carrera con Wilco, de sus giras en solitario o del festival que organiza en North Adams, Jeff Tweedy se está consolidando como uno de los productores de moda tras revitalizar la carrera de Mavis Staples o producir el último álbum de Low.
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Hace ya más de una década que Jeff Tweedy y su banda se hicieron con un amplio loft en un barrio de las afueras de Chicago. Un lugar discreto y tranquilo rodeado de fábricas y edificios de ladrillo que pasa desapercibido entre los ocasionales transeúntes de la zona. Ese apartamento diáfano, lleno de instrumentos y libros, se ha convertido en el escondite de los músicos de Wilco. Un lugar dónde escapar, trabajar o descansar. El cuartel general de la banda de Chicago es también la oficina de Jeff Tweedy y el estudio donde el cantante y compositor se ha lanzado a la producción de viejos y nuevos amigos. Allí fue donde Tweedy preparó el premiado regreso de Mavis Staple en 2010. Tweedy propuso a la legendaria cantante grabar un disco, un proyecto para el que el músico compuso dos temas y que se encargó de producir. You are not alone recibió el aplauso de la crítica y conectó a Staples con nuevos públicos. "Soy muy consciente de que Tweedy me ha prestado a muchos seguidores", contaba Staples a la Cadena SER tras su primera visita a Madrid en los Veranos de la Villa de 2011. "Tweedy me dijo que quería producir un disco mío y quedamos para conocernos", explicó Staples durante la presentación de su disco. "Me pareció muy timidillo así que dije algo gracioso para romper el hielo y se puso a reír. Empezamos a hablar de la familia y eso fue lo que me conquistó, habló mucho de sus hijos y de su mujer. Mi padre siempre decía que la familia era la unidad más fuerte del mundo. Además me conocía bien y conocía la música de mi padre de la época en la que trabajó en una tienda de discos de adolescente. Hablamos como tres horas y cuando me fui pensé que conocía de verdad a Jeff, habló mucho y lo hizo sinceramente. Una vez empezó a hablar ya no callaba", confesaba la cantante.
Aquella colaboración sirvió para que Staples se hiciese con su primer premio Grammy tras cinco décadas sobre las tablas y para presentar a Tweedy en su nueva faceta como productor. Staples y Tweedy han vuelto a trabajar juntos este año y en verano llegará a las tiendas One true vine. El líder de Wilco ha escrito Jesus Wept para Staples y el disco también incluirá versiones de Nick Lowe, de Funkadelic y de Low, a quienes Tweedy ha producido su último álbum, The invisible way.
El grupo de Duluth conoció a los miembros de Wilco durante una gira y entablaron una buena amistad. En aquel primer encuentro surgió la posibilidad de trabajar juntos cuando Jeff Tweedy invitó a Alan Sparhawk a visitar su loft de Chicago. "Cuando nos pasamos por Chicago estaba con Tom, su ingeniero, trabajando en la producción de las canciones de Mavis Staples. Me pusieron algunas y me encantaron, me gustó la forma tan sencilla de producir. Jeff está metiéndose en la producción y creo que es una buena idea, él debió pensar que tampoco estaría mal grabarnos. Low es una banda con la que resulta fácil trabajar y nosotros queríamos que un músico se encargase de la producción. Creo que Jeff ha hecho un gran trabajo", explicó Sparhawk a la Cadena SER.
Aunque no todo son leyendas y amigos. Tweedy también se ha encargado de producir el álbum debut de Kids These Days. La banda se dio a conocer en 2011 gracias a una potente maqueta y en 2012 publicaron Traphouse rock. Uno de los jóvenes miembros del grupo fue al colegio con el hijo de Tweedy y consiguieron liarlo en el proyecto. "Conozco a Jeff de toda la vida y soy muy amigos de su hijo mayor", explicaba Liam Cinningham a la Rolling Stone. "Ha sido más que un guía para nosotros al dejar su huella en nuestro sonido", añade el joven músico.
Alejarse del sonido de Wilco, o de sus otros proyectos, ha permitido a Tweedy indagar en otras direcciones musicales, tocar otros palos, conocer a músicos de otras generaciones. Todo eso enrique artísticamente a un hombre inquieto que ha escrito libros de poesía, un tipo que ha conseguido el respeto de todos los sectores sin haber tenido un éxito radiofónico o un hit reconocible, un artista que organiza un festival en el Museo de Arte Moderno de Massachusetts y que cuando tiene tiempo juega a producir los discos de sus amigos.