El CSN da "luz verde" para que la central nuclear de Garoña prorrogue su vida un año

Con tres votos a favor y dos en contra, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha autorizado conceder una prórroga de un año a la central nuclear de Garoña, la más antigua de nuestro país y situada en Burgos. El CSN ha necesitado cuatro tensas reuniones para poder dar "luz verde" a esta petición de Garoña de poder seguir abierta un año más, aunque con el reactor parado. Tras la autorización del CSN, el Ministerio de Industria ya puede aprobar esta prórroga, como es su intención. El permiso de Garoña terminaba el próximo mes de Julio

En la cuarta y última reunión, las consejeras del PSOE, Rosario Velasco y Cristina Narbona, han votado en contra de la concesión de la prórroga de un año solicitada por Nuclenor (la compañía propietaria de Garona), mientras que los dos consejeros del PP, Fernando Castelló y Fernando Martí (presidente del CSN), y el de CiU, Antonio Gurrí, lo han hecho a favor.

El pasado día 16, el Ministerio de Industria solicitó al CSN que se pronunciara antes del 1 de junio para valorar si la empresa puede prorrogar su actividad durante un año, periodo en el que Nuclenor no pretende producir electricidad.

El pasado mes de Diciembre, Garoña se desacopló de la red eléctrica para transferir su combustible gastado a la piscina de almacenamiento, una decisión que adoptó por su desacuerdo con las nuevas tasas contenidas en la Ley de Medidas Fiscales para la sostenibilidad energética.Los impuestos que gravan el combustible gastado y los residuos radiactivos entraron en vigor el pasado 1 de enero.

Hace unos días, el propio ministro de Industria, José Manuel Soria, dijo que era una "buena noticia" que los propietarios de Garoña (las compañías eléctricas Endesa e Iberdrola) hubieran pedido un nuevo plazo para poder alargar su vida útil y avanzó que su departamento se la concedería si el CSN la autorizaba asegurando que "se cumplen las garantías de seguridad adecuadas para este tipo de instalaciones".

Sin embargo, el PSOE y todos grupos ecologistas han mostrado ya su oposición a esta decisión del Consejo de Seguridad Nuclear y han asegurado este organismo público de control ha cedido a las presiones de la industria eléctrica.

"Esta central lleva más de 40 años en funcionamiento; tendría que estar ya cerrada", ha afirmado también el veterano ecologista y ahora coportavoz de EQUO, Juan López de Uralde. El exdirector de Greenpeace-España también ha recordado que con la antigüedad aumenta la peligrosidad de una central y que Garoña, además, cuenta con un reactor gemelo al de Fukushima.

Los grupos ecologistas han vuelto a pedir al gobierno un plan de cierre de todas las centrales nucleares españolas, empezando por Garoña, ya que hay motivos más que suficientes para iniciar la transición hacia un modelo sostenible, 100% renovable, que genere empleo y que sea respetuoso con el medio ambiente y con las personas.