La cumbre europea busca en Bruselas soluciones al paro juvenil

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llega a la cumbre europea con el respaldo del PSOE y de los partidos nacionalistas, pero con el escepticismo de los sindicatos, que temen que de nuevo un Consejo Europeo vuelva a quedar en mínimos. Sin embrago, Rajoy está convencido de que volverá de Bruselas con avances en materia de empleo juvenil. Por lo pronto, los líderes europeos pedirán a España que acelere la reforma de pensiones y suba el IVA de determinados productos.

Los antecedentes de estas cumbres son primero la predisposición y los buenos propósitos y al final la falta de acuerdos y medidas. El último consejo de los veintisiete versaba sobre la lucha contra la evasión y el fraude fiscal, y terminó con el compromiso político de adoptar antes de que acabe el año la revisión de la directiva sobre fiscalidad del ahorro, aunque sin ninguna acción concreta. También serviría como ejemplo la del mes de marzo, que buscaba el equilibrio entre crecimiento y austeridad. No se encontró la ecuación que conjugaría ambas y a día de hoy siguen primando las políticas de recorte. Esta vez sobre la mesa hay tres grandes temas: el desempleo juvenil, la unión bancaria y el crédito a las pymes.

Desempleo juvenil

Lo único que parece seguro es que se adelantará la puesta en marcha del fondo de 6.000 millones de euros previstos para el plan contra el paro juvenil en Europa y se concentrará en 2014 y 2015, en lugar de repartirse en siete años (2014-2020). Era una de las peticiones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y España será uno de los países más beneficiados con una dotación de entre 1.500 y 2.000 millones de euros que se sumarían a los fondos de la llamada Estrategia de Emprendimiento y Empelo Joven. Si no se decide acelerar la ayuda, el Gobierno español defenderá que ese dinero no compute como déficit.

Sin duda, la alta tasa de desempleo juvenil en la Unión europea (23,5%), será el eje central de la cumbre. España supera con creces la media de los veintisiete y es junto con Grecia (59,2%), uno de los países más perjudicados, con un 56,4% de paro entre los más jóvenes. Otros países como Italia (40,5%) y Francia (26,5%), que también están por adelantar las ayudas a los dos próximos años, registran igualmente grandes tasas de desempleo.

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Unión Bancaria

En este punto se tratarán dos capítulos. El primero, la recapitalización directa a la banca a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Para ello, se hablará de disponer un fondo de 60.000 millones de euros que se destine a la capitalización directa de los bancos, aproximadamente el 10 % de los recursos que tiene el MEDE. Una cantidad pequeña, si tenemos en cuenta que sólo la línea de crédito que puso el MEDE a disposición de España fue de 100.000 millones. Los líderes tendrán que debatir sobre los efectos retroactivos de esta medida, que está más bien pensada para Irlanda y Grecia que para España, puesto que es posible, y es algo que se analizará en la cumbre, que los bancos que hayan recibido ayuda del rescate no puedan disfrutar de esa retroactividad.

En un segundo capítulo, se abordaría el proceso de resolución de los bancos con problemas. En este aspecto, estarían protegidos los depósitos de hasta 100.000 euros. Se debatirá la posibilidad de que se protejan los depósitos de pymes, aunque el cómo y por qué serán otro objeto de discusión. Los acreedores y los accionistas serán los primeros en asumir pérdidas. Y como último recurso para salvar a los bancos con dificultades, se echará mano del dinero de los contribuyentes europeos a través del fondo de rescate. Se responde de esta forma a las exigencias de los países del sur. De aprobarse la unión bancaria, no entraría en vigor hasta 2014.

Crédito a las pymes

Los líderes europeos se comprometerán a dotar de más capital al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que este pueda disponer de más recursos y a su vez capte dinero en el mercado para poder dar crédito a las pymes. El BEI estaría dispuesto a garantizar el 80 % de los créditos que soliciten las empresas.

La postura de España en este aspecto, es que el BEI pueda titularizar los créditos de las pymes, esto es: aunar los préstamos en títulos que luego serán emitidos y presentados al BCE como garantía, para que este a su vez preste dinero al BEI. Para el Gobierno, la prioridad es que el banco europeo financie menos infraestructuras y facilite más fondos a las pymes, triplicando el volumen anual de préstamos, de 10.000 millones a 30.000 millones de euros.