Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, las dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras, que fueron secuestradas cuando trabajaban en el campo de refugiados de Dadaab en el noreste de Kenia el 13 de octubre de 2011 cuando participaban en la construcción de un hospital han sido liberadas este jueves, según han confirmado a la SER fuentes del entorno de las familias. Según ha podido saber la Cadena Ser de fuentes del entorno de las familias, las dos cooperantes españolas han salido de suelo somalí con dirección a Djibuti, país vecino donde se ubican las bases de los distintos ejércitos internacionales desplegados en la operación Atalanta. Desde allí está previsto que vuelen en las próximas horas de regreso a España. Se pone fin así al secuestro de ciudadanos españoles más largo de todos los producidos hasta ahora tanto fuera como dentro de nuestras fronteras, ya que el de Blanca y Monserrat ha superado los 650 días. El funcionario de prisiones Ortega Lara estuvo en manos de ETA durante 532 días. Las dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras trabajaban el 13 de octubre de 2011 en Dadaab (en la frontera de Kenia con Somalia, donde viven más de medio millón de refugiados somalíes) asistiendo a la población somalí que huía después de que se declarara en Somalia la primera hambruna de este siglo, a finales de julio de ese mismo año. Durante el cautiverio de Blanca Thibaut y Monserrat Serra, las familias han estado diariamente informadas por la ONG que ha llevado directamente la mayoría de las distintas y numerosas negociaciones que han mantenido con los captores a través de diversos intermediarios. Los captores La Cadena Ser ha podido saber que en estos casi dos años los familiares habían recibido varias fotografías como pruebas de vida y hasta un mensaje sonoro grabado. Hace poco más de un mes recibieron la última fotografía como prueba de vida. Al inicio del secuestro se había especulado con que las dos jóvenes españolas estuvieran en manos del grupo islamista radical Al Shabab, extremo que hasta ahora no se ha confirmado, pero finalmente habrían sido capturadas por un grupo de bandidos que perseguían obtener un rescate económico, según fuentes conocedoras del caso. MSF con presencia en Somalia desde hace más de 20 años, desarrolla un trabajo primordial para la población somalí castigada por la guerra y la crítica situación humanitaria desde el inicio de la guerra civil que castiga el país desde inicios de los 90. La ONG ha gestionado con mucha discreción toda la liberación, gracias a su implantación entre la población local y siempre para garantizar la liberación con las máximas garantías.