"Estoy harto de escribir sobre la crisis"

La obra que tiene en la nevera será la que cierre la trilogía protagonizada por su personaje más famoso, el comisario Kostas Jaritos. Según ha confesado el escritor nacido en Turquía pero nacionalizado griego está harto de vivir la crisis y de escribir sobre ella.

En otoño publicará la tercera obra de la trilogía protagonizada por el comisario Kostas Jaritos y que se titulará 'Pan, educación, libertad', pero ya ha comenzado a dar forma al epílogo de su creación más conocida. Aunque Petros Márkaris todavía no tiene nombre para su próxima novela -pues aclara que esto es decisión de su editora- sí tiene seguro que será la última en la que hable de la crisis: "estoy harto de vivir esa crisis y estoy harto de seguir escribiendo sobre la crisis", explica.

Respecto a su escritura destaca que es necesario crear un buen personaje porque actúa como hilo conductor, sin embargo también argumenta que "poco importa si es bueno el personaje si la trama no funciona".

El escritor heleno conocido por sus novelas policiacas está impartiendo un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo: 'Cómo convertirse en escritor de novela negra en cinco pasos'. En estas clases enseña que un escritor especializado en este tipo de género "tiene que tener la mente retorcida". Cree que no es fácil levantarse y pensar "¿a quién voy a matar hoy?". Y continúa "lo peor es que no sólo vivimos con el mundo del asesinato, tenemos que construir un asesinato perfecto para que el lector no se decepcione".

En este sentido cree que lo importante "no es encontrar una historia original, es ver cómo me puedo comunicar con la historia. ¿Me dice algo, me aporta algo, incluye aspectos de mi experiencia personal? Si no hay nada de ello, es inútil".

"La medicina que nos aplican no es la adecuada"

Petros Márkaris se ha mojado sobre el estado de su país de adopción y es pesimista. Según dice "la situación no está mejorando y no creo que mejore. La medicina que nos aplican no es la adecuada". Cree que la sociedad "sufre sin ninguna perspectiva y no hay solución a la vista".

Sí ve alguna luz en Turquía, país del que espera que en algún momento la gente reaccione: "es secundario lo que pueda tardar", puntualiza. No obstante quiere dejar claro su poco amor hacia el país otomano "nunca me he sentido turco. He crecido en un país muy nacionalista, donde tienes que decidir si eres turco o nada. Yo preferí no ser nada".