La 'Operación Puerto', cerrada en falso

La pregunta nada inocente formulada por el noruego Gerhard Heiberg sobre el resultado de la operación Puerto (una investigación contra el dopaje en el ciclismo pendiente de sentencia firme) ha resucitado la opinión generalizada de que el caso se cerró en falso.

La juez Julia Patricia Santamaría condenó la pasada primavera a penas de un año de prisión al médico deportivo Eufemiano Fuentes y cuatro meses al preparador físico José Ignacio Labarta, por un delito contra la salud pública por haber comercializado sangre para mejorar el rendimiento de sus clientes deportistas. Pero la sentencia llevaba aparejada una decisión de la juez que ha impedido investigar si el caso tiene ramificaciones en otros deportes y en otros deportistas. La sentencia está recurrida y pendiente de que la Audiencia Provincial de Madrid resuelva si se deben destruir o no las bolsas de sangre sin identificar que se incautaron durante la operación de la Guardia Civil, en 2006.

Destruir las bolsas de sangre

La sentencia, de hecho, ordenaba la destrucción de las pruebas recabadas durante la instrucción del proceso, incluyendo las bolsas de sangre, la documentación impresa y los discos duros de los ordenadores incautados (cuyo contenido seguía sin conocerse). En este sentido, tanto el CSD (consejo superior de deportes), el CONI (comité olímpico nacional italiano),la UCI( unión ciclista internacional), la AMA (Agencia Mundial antidopaje) y, finalmente la RFEC (Real federación española de ciclismo) han pedido a la Audiencia que acepten su recurso y se investigue a fondo todas las implicaciones y conexiones de esta red de dopaje con otros deportes.

La juez, que con esa medida imposibilitaba la identificación y en su caso sanción deportiva de los clientes de la red de dopaje (en forma de suspensión y/o anulación de resultados), argumentó su decisión en que de lo contrario podría vulnerarse la Constitución española.

OperaciÓn abierta

La Operación Puerto permitió desarticular una red de dopaje liderada por el doctor Eufemiano Fuentes que ofrecía diversas prácticas ilícitas para mejorar el rendimiento de sus clientes deportistas: hormonas (incluyendo EPO, testosterona y otros anabolizantes), medicamentos y transfusiones sanguíneas.

En 2006 se anunció que entre los clientes de la red de dopaje desarticulada había futbolistas, tenistas, ciclistas y atletas. Sin embargo, en el sumario del caso sólo se identificó a 58 ciclistas como clientes de la red.