¿Homicidio o asesinato?
Los matices que diferencian estos dos delitos se basan en la premeditación a la hora de matar a una persona
Madrid
Matar a una persona puede traducirse, en lenguaje penal, en un delito de homicidio o en uno de asesinato. La premeditación convierte la muerte de una persona en asesinato, y está penado con condenas desde los 15 a los 20 años de prisión, mucho más altas que las condenas por homicidio.


Más información
- La policía registra las viviendas de los padres de Asunta
- El padre de Asunta compró los tranquilizantes para sedar a la menor
- Los abogados de los padres de Asunta renuncian a defenderlos
- El juez ordena ingreso en prisión sin fianza de los padres de Asunta por homicidio
- El juez del 'caso Asunta' eleva la calificación de homicidio a asesinato
El homicidio y el asesinato tienen en común que ambos son delitos que implican matar a otra persona. La diferencia está en que el asesinato es premeditado. Es decir, la persona piensa matar a alguien, lo planea y lo hace. En el homicidio no hay premeditación aunque existe una variante, denominada homicidio voluntario, que se produce cuando una persona mata a otra queriendo, con intencionalidad. Un ejemplo puede ser una pelea o una discusión grave en la que a uno de los protagonistas se le va la mano y acaba matando a alguien por el momento de tensión o de ofuscación.
En el asesinato hay intencionalidad, pero además meditada, pensada y preparada. Lo que significa según el código penal (Art 139 CP) que la condena debe ser más alta, desde los 15 a los 20 años de prisión, elevándose hasta los 25 años si concurren dos o más circunstancias que agravan el caso. Estos tres supuestos son: alevosía (se realiza a traición cuando se sabe que la víctima no va a poder defenderse), ensañamiento (aumentando deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima) o concurrencia de precio (cometiendo el crimen a cambio de una retribución económica o material).
En el caso del homicidio no se contempla ninguno de los tres supuestos anteriores y se puede distinguir entre homicidio voluntario o involuntario. Homicidio voluntario (la pelea que acaba en muerte) y el homicidio involuntario, realizado por una imprudencia o temeridad. Por ejemplo dos niños jugando con una pistola o un atropello mortal.
El homicidio imprudente (art. 142 CP) está castigado con penas de entre 1 y 4 años y para cuando es un homicidio doloso, es decir, con intención, va desde los 10 hasta los 15 años de prisión.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
El crimen de Santiago

Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...