Lou Reed, el padre de las mil bandas
La historia de Lou Reed quedará ligada a la de la banda que apadrinó Andy Warhol, ese juguete rockero que terminó desbocado, que llegó antes de tiempo, que se pasó de moderno cantando a los chulos, a la heroína o la homosexualidad junto al excelso John Cale y la atormentada Nico. The Velvet Underground no tuvo en su día el reconocimiento que le ha dado el tiempo. A veces el reloj termina por otorgar la gloria merecida.
‘The Velvet Underground and Nico’, que contaba con el famoso plátano de Warhol en la portada, llegó a las tiendas en 1967, el año en el que la psicodelia se expandía por San Francisco y Londres. El disco no tuvo demasiada acogida y solamente alcanzó el puesto 171 en las listas de éxitos. Tras el fracaso la banda se deshizo del pintor y de su musa. En 1967 comenzaría la grabación de su segundo disco que vería la luz un año después, ‘White Light/White Heat’. La banda volvió a fracasar de cara el público y el álbum únicamente llegó a entrar una semana en el puesto 199 de la lista de ventas. Cale y Reed se distanciaron y el galés abandonó la banda. Con Reed al frente editaron en 1969 el álbum más accesible del grupo, ‘The Velvet Underground’. Un año después, y con el agotamiento lógico de una época de excesos continuos, drogas y experimentación, salía a la luz ‘Loaded’, un disco con canciones como ‘Sweet Jane’. El 23 de agosto de 1970 la Velvet daba su último concierto con Lou Reed al frente de la banda. Esa noche actuaron en el Max Kansas City de Nueva York. Al día siguiente Lou Reed hacía las maletas y regresaba durante un tiempo a casa de sus padres con la sensación de que su experiencia musical había sido breve y sin éxito.
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