La reputación del maestro blanco del blues
Mayall es uno de los nombres claves de la música británica, por su banda han desfilado los mejores guitarristas ingleses del siglo XX y su pasión por el blues fue clave para el resurgir de los grandes músicos afroamericanos. "En la primera mitad del siglo pasado el blues era tocado por músicos negros que estaban aislados de la gente blanca, pero según el mundo ha ido aceptando y apreciando la cultura negra, el blues se ha esparcido y en eso ayudó mucho la escena británica de principios de los años sesenta", explica el músico. Mientras que en EEUU el blues era una cosa del gueto negro, en ciudades como Londres nacía una escena de jóvenes enamorados de los ritmos de Chicago o Memphis, chavales que quedaban en casas a escuchar discos de Chuck Berry o John Lee Hooker y que poco a poco iban montando sus primeras bandas. Así fueron naciendo proyectos como el de Alexis Korner, John Mayall and The Bluesbreakers, los Rolling Stones o más tarde Cream, la banda que Eric Clapton formó tras dejar el grupo y el hogar de Mayall.
"El blues existe desde mucho antes de que llegáramos nosotros", argumenta Mayall. "Aunque para mucha gente explotó cuando los Hooker, Wolf, Waters y Berry llegaron a nuevas y más grandes audiencias", añade el músico. En eso tuvieron mucho que ver las bandas británicas que hacían versiones de artistas tan desconocidos entonces como Robert Johnson, Muddy Waters o Skip James. "Nosotros lo aprendimos todo de ellos", admite Mayall. "Sobre todo aprendimos de sus dinámicas en el escenario".
Medio siglo después de aquello, muchas de esas bandas o de sus músicos aún siguen en activo y el blues goza de buena salud con festivales temáticos en todo el mundo. Ha perdido golfería y dureza, pero sigue habiendo jóvenes dispuestos a consagrarse a esa música. John Mayall lo ve como algo normal. "Dar conciertos es parte de lo que hacemos para mantener la música viva", confiesa el músico de 80 años, que no ve un final a la vista. "Mientras tenga un público leal pueden contar conmigo para seguir en esto", afirma Mayall.
Echando la vista atrás en la carrera de uno de los músicos más importantes del blues van saliendo nombres y recuerdos. John cita a Hooker y a Sonny Boy Williamson como los músicos que más le han impactado en su carrera y a pesar de que por su banda han pasado algunos de los mejores guitarristas ingleses, Mayall asegura que la mejor compañía es la que tiene ahora. "Tengo la suerte de estar en un momento de mi carrera en el que tengo la mejor banda que he tenido en términos de conexión personal y es un placer salir al escenario con estos chicos que además son muy buenos como Rocky Athas, de Texas, y Greg Rzab y Jay Davenport, que son de Chicago". Pero sobre todo lo conseguido, sobre sus decenas de álbumes editados, los premios, las giras y el reconocimiento a su obra, Mayall destaca una cosa por encima del resto. "Me siento muy orgulloso de mi reputación porque es fruto del trabajo y me siento orgulloso de haber seguido siempre avanzando en la música", confiesa el eterno bluesman inglés, un músico que se enganchó de niño a aquellos ritmos negros que América marginaba y que han dado forma a su vida y a su leyenda. Eric Clapton dijo una vez que Mayall había estado dirigiendo la mejor escuela de música del mundo, una banda por la que han pasado decenas de músicos con formidables carreras. Mientras, Mayall, sigue a lo suyo, avanzando en el blues, dando conciertos, sonando siempre que haya un público leal dispuesto a escucharlo.