Javier Olivares: "Aquí hay muchas historias que contar sin tener que ir a 'Juego de Tronos'"

"Nadie puede esperar que una serie policiaca al mismo tiempo quiera hacer un retrato de una época y confrontarla con la del espectador que la ve. A mí me han permitido hacerla. Con eso yo ya he ganado", dice Javier Olivares en una afirmación que bien resume lo que es su nueva serie 'Víctor Ros' (producida por New Atlantis) y su manera de entender su oficio, el de guionista creador. Olivares tiene por oficio la bonita tarea de ponerse delante de un papel en blanco para que más tarde -muchas personas y departamentos mediante- miles de espectadores se sienten delante del televisor y disfruten con aquello que él ha escrito.

Desde este martes 1 de abril, los abonados a Movistar TV podrán ver los 6 capítulos íntegros -como hace Netflix con sus series- de la miniserie 'Víctor Ros', una ficción policiaca ambientada en la España de finales del siglo XVIII que, según cuenta su creador, va más allá de contar las batallitas de este intrépido y callejero detective, protagonizado por Carles Francino. Asegura Olivares, tan enamorado de la ficción europea, que en 'Víctor Ros' el espectador descubrirá un trasfondo político y sociológico de aquella España que lloraba la pérdida de las últimas colonias, cuya economía estaba en bancarrota y en la que a uno le robaban la cartera en menos que canta un gallo. Una España que, como dice Olivares, no difiere tanto de la actual. En esta España en la que una serie de TVE como 'Víctor Ros' se estrena antes en una plataforma de pago. Las cuentas no salen. A TVE llegará en octubre.

Aclamado y reconocido por su labor, como director argumental -creador de facto- de la primera temporada de 'Isabel' -premiada con numerosos galardones, entre otros, el Ondas a Mejor Serie Nacional-, Javier Olivares, sacó su vena más de barrio (de la que siempre presume) para avisar de que no quiere más que otros, pero quiere lo que le corresponde. Y como un chico de barrio que sólo va ataviado con su talento y su dignidad, Javier no quiso ni rebajar el uno ni perder la otra, así que abandonó 'Isabel' con su equipo. Ese madrileño de barrio ofrece una conversación más jugosa cuando se apaga la grabadora; delante de ella se frena, conduce con más precaución. Pero como su alma es y será la de ese chico de barrio obrero madrileño, como la del personaje de Víctor Ros, Javier deja respuestas cuyo significado se alcanza totalmente leyéndolas entre líneas. Como en sus series, no todo lo que se ve es lo que se muestra; hay que fijarse también en lo que subyace y en el ritmo en el que se mueven.

¿En 'Víctor Ros' si se te trata como creador o te reconocen tu aportación creativa? Algo que tanto reivindicaste en 'Isabel'...

Firmo como director argumental, también, pero me están tratando como creador [Ríe]. Es una gran diferencia con respecto a 'Isabel'. Aunque al final sí que me trataron, después de muchos premios...

Aquí en 'Víctor Ros' sí me han tratado como creador, dejando las cosas claras desde el principio. Había una producción ejecutiva y lo que pedí es respecto absoluto al guion y estar en las lecturas iniciales y estar informado de la selección de actores... Es parecido a lo que pedí en 'Isabel' y que como no se produjo, me fui.

Eso sí, a la hora de hablar de creación en 'Víctor Ros' hay que hablar de más gente. Primero de Jerónimo Tristante, autor de las novelas. El personaje de Víctor Ros los ha creado él y, aunque la serie muchas veces vaya por otros derroteros, la lealtad al personaje es absoluta.

Por otro lado, yo cojo esta serie cuando llevaba un tiempo intentando salir y no terminaba de gustar porque el cliente (la cadena) quería otra cosa. Ese trabajo previo fue realizado por Jorge Díaz, para mí un estupendo guionista, y fue él quien tuvo la intuición de decir que en esas novelas había una serie.

O sea, tres personas involucradas en el nacimiento de esta serie como creadores...

Por un lado el novelista, por otro un guionista que es quien cree que de esos libros se puede hacer una serie y luego llego yo que con todo el material que hay he arrasado. Cuando llego a una serie quiero que lleve mi sello.

¿Qué se van a encontrar de diferente aquellos que se hayan leído las novelas de Jerónimo Tristante?

Hay una lealtad absoluta a los personajes. Todo lo que, como creador de la serie, me he inventado lo he hecho en base a lo que los personajes me decían que podría inventarse.

Pero claro, cuando haces capítulos de 70 minutos, para que tengan ritmo yo meto una estructura multitrama de 5 tramas entrelazadas. Lo que ocurre es que las novelas no me daban suficientes tramas para que la serie cogiera el ritmo que yo quería, así que he metido pequeñas tramas o pequeñas situaciones de desarrollo de personajes. Los capítulos 5 y 6 son prácticamente nuevos.

Luego la acción de la novela transcurre 20 años antes de donde yo la pongo. Vi que Jerónimo Tristante hablaba de una policía que documentalmente no existía en esa fecha. También, desde el punto de dirección de arte, de 1895 tenemos muchas más fotografías e imágenes que podemos digitalizar. Así la serie mejoraba en imagen y dirección de arte.

Si sólo dependiese de ti, ¿los capítulos de 'Víctor Ros' durarían 70 minutos? ¿La primera temporada estaría compuesta por seis? ¿Hubieras metido más personajes?

En un mundo ideal del que hablas, yo hubiera hecho lo que he hecho. Si hubiera sido una serie de 13 capítulos, 70 minutos es complicado... La medida perfecta son los 50-60 de la BBC. Pero al ser una miniserie de 6 episodios, 70 es la medida perfecta porque juego mucho con la estructura. Me divierto cambiando la estructura para que la gente no intuya nada [ríe]

¿Qué tiene 'Víctor Ros' para que no sólo enganche a su público -como una serie detectivesca normal-, sino que pueda apasionar, como ocurre con 'True detective'?

Lo que tiene no es mérito mío, sino de Jerónimo Tristante. Es un policía con capacidad deductiva, intuición, gusto por el análisis científico... sin embargo, Víctor Ros de crío es un ladrón, un chirlero de las calles de Madrid al que un policía adulto le ve muchas capacidades y lo coge con 14 o 15 años como una especie de hijo que nunca tuvo.

Víctor Ros lleva el chico de barrio dentro. No es un caballero.

De esas exigencias que dices que pones tú como guionista para aceptar un encargo, ¿por qué son tan esenciales para ti si luego vemos que hay otros guionistas que se pliegan a todo y que no les importa que modifique el guion hasta el auxiliar de sonido?

Porque esto lo firmo yo y tiene que tener mi sello. Eso no quita que lo que yo firme vaya a misa. Con TVE mantengo unos diálogos continuos sobre el guion y muchas veces me han hecho ver cosas que eran muy mejorables y yo no veía y las he terminado escribiendo.

La ventaja que tengo con el departamento de ficción de TVE es que es gente que trabaja a favor de obra y que cuando te llama, saben a quién están llamando y qué le están pidiendo. Si te quieres comprar un Armani, te vas a Armani y si quieres un Adolfo Domínguez, te vas a Adolfo Domínguez... pero no le pidas al uno que te haga lo del otro. Aquí igual, no puedes llamar a un guionista para anularle.

¿Por antes daba la sensación de que las series tenían un nombre detrás - Antonio Mercero, Jaime de Armiñán, Vicente Escrivá- y ahora las series son de tal productora o de tal cadena?

Hombre, no siempre es así. Tenemos los casos de Ramón Campos o Aitor Gabilondo que tienen su sello y es reconocible. Lo que ocurre es que ellos también son productores; como guionista te lo tienes que pelear más.

Yo creo que muchas productoras tienen miedo a que el creador tenga más peso que la propia productora.

Tenemos el de las productoras grandes que contratan guionistas como meros obreros que escriben serie muy en la línea de las que hace esa productora. Luego estarían los creadores como Ramón Campos o Aitor Gabilondo que deciden formar pequeñas productoras que van creciendo, pero cuyo sello siempre saldrá y vendrá definido por el guion. ¿Tu modelo de negocio, de oficio, es una tercera vía? Ese guionista-creador que va aceptando encargos y proponiendo proyectos...

Somos un equipo de guionistas pequeñito, que más o menos siempre es el mismo. Somos una productora de formatos que si nos dejan coproducir firmamos como Cliffhanger y si no, somos freelance que trabajan para otras productoras. Luchamos por tener un sello distinto y que nos llamen por ese sello distinto.

Ahora, la cadena siempre tiene la última palabra porque para eso paga. El que no entienda eso es que no sabe de este negocio.

Como guionista, ¿qué te aportan los nuevos avances digitales (en el caso de 'Víctor Ros', obra de Línea 64) que se emplean en las series? ¿Qué reconversión has tenido que hacer tú con respecto a la escritura de otras series que escribieras hace 5 años?

Cuando no tienes medios, haces la serie a partir del diálogo. Con estas nuevas tecnologías, más que cambiar mi forma de escribir, la mejora. Me permite pensar en espacios y situaciones que hasta hace poco no podía pensar.

El gran piropo que puedo hacerle a la producción de 'Víctor Ros' es que es la primera serie en la que escribo en la que todo pasa donde tiene que pasar, no donde están construidos los escenarios. No hay concepto de plató viendo 'Víctor Ros'.

¿Es una serie cara 'Víctor Ros'?

Está en el medio millón de euros por capítulo, como mucho. Es más barata que la primera temporada de 'Isabel'.

¿Qué cosas se pueden hacer mejor en la ficción española y no las hacemos? Entendemos que no se puede hacer en España 'Juego de Tronos', pero hay cosas aún por mejorar...

Es que, a lo mejor, no tenemos que hacer 'Juego de Tronos'. Aquí hay muchas historias que contar sin necesidad de ir a 'Juego de Tronos' o 'True Detective'. Yo estoy harto de las comparativas. ¿Tenemos menos dinero? Sí, pero tenemos creadores, tenemos buenos guionistas y tenemos cadenas que, en cuanto les das algo distinto, lo valoran.

Sí, pero de las series estrenadas en los últimos meses... Triunfar lo que se dice triunfar sólo lo han hecho 'Velvet' y 'El Príncipe'...

Sí, porque son distintas. Las series que están triunfando aportan, primero, un sello personal y un punto de vista de quienes las están haciendo. A veces, puedes ver la mano de la cadena, pero ese punto de vista persiste. Para eso, hacen falta guionistas que tengan la piel dura. 'El Príncipe' es un ejemplo de esto. Y en el caso de 'Velvet', el sello Bambú es totalmente reconocible.

Un policía en Ceuta o la historia de los grandes almacenes en Madrid... ¡Es que eso apetece verlo! Y luego encima tienen una calidad de factura increíble. Al público, en cuanto le das algo distinto, te sigue.

Nadie sabe cuáles son las fórmulas del éxito. Se están dando pasos importantes y no tenemos que estar mirando a HBO ni a 'Juego de Tronos' y sí dando más pasos importantes.

¿Cuáles serían los pasos siguientes que debería dar nuestra ficción televisiva?

Que alguien se atreva a hablar de las cosas que pasan en nuestra realidad: los creadores presentándolas y las cadenas y productoras aceptándolas.

Hablar de corrupción... nos queda cosas por hablar de lo que pasa en nuestra sociedad, que nuestras series sean espejo -en cualquier género- de lo que nos rodea. A veces, echo de menos que una serie meta el dedo en la llaga.

¿Te decepcionaría el espectador si cuando TVE estrene 'Víctor Ros' no funciona en audiencia?

No. El espectador nunca me decepciona. Ve lo que ve y hay que aceptarlo. Eso de que cuando la gente no ve tu serie digas "el espectador no ha sabido entenderla", me parece patético.

El error más grave de los creadores, cadenas o productoras es cuando creen que el espectador es una mariposa y ellos son entomólogos. Si al espectador no le gusta lo que ve, me joderé, pero lo acato. Nunca le puedes faltar al respeto al espectador porque es sagrado.

¿Sobre qué personaje histórico debería seguir TVE la senda de 'Isabel', ya que esta llega a su fin con la tercera temporada?

Depende de lo que quieran contar. Si cogen Juana La Loca, como se está diciendo, en mi opinión da para una temporada corta, para miniserie. Yo cogería a Felipe II porque Carlos V se castellaniza muy de adulto. Para respetar el rigor histórico, mejor saltar al hijo, a Felipe, puedes en flashbacks hablar de Carlos, puedes rodar en Valladolid con la corte, hablar de la Armada Invencible, Cervantes...

Tú que eres tan fan del Atlético y que eres chico de barrio como Víctor Ros, ¿crees que él sería del Atlético?

Hombre, Carles [Carles Francino interpreta al personaje] te dirá que es del Barça [ríe], pero siendo Víctor Ros un chico de la calle y de La Latina, tan cerca del Calderón... Seguro que hubiera sido del Atleti

Y en los próximos meses... ¿a quién le va a ir mejor: a 'Víctor Ros' o al Atlético?

[Ríe] No lo sé... [Ríe]. Los del Atleti morimos en cada partido ahora. Pero, para mí, el Atleti es el ganador de esta Liga, aunque no la gane. Y en el caso de 'Víctor Ros' es similar. Son una serie y un equipo que ya han ganado, se coronen o no. Juegan, los dos, con la baza a su favor de que todo lo que se tenía que hacer ya se ha hecho. Todo lo que venga ahora es un añadido.